Las primeras señales que ha dado el Gobierno del presidente Pedro Castillo tras la conformación de su primer gabinete ministerial, encabezado por Guido Bellido, en opinión de Claudia Navas, analista de riesgos de Control Risks, son confusas.
“De todas maneras, no creo que la intención sea desafiar al Congreso con estas figuras que han sido cuestionadas, sino lo que observo es un Gobierno errático, que carece de una línea clara”, indica.
Ante ello, para la especialista, es muy posible que estemos frente a otro periodo de instabilidad política en el Perú.
“Ya se han dado indicios de que varios partidos políticos no apoyan el nombramiento del primer ministro ni de los titulares de ciertos sectores. Pero de todas formas no me atrevería a pensar que aún estamos de cara al inicio de un proceso de vacancia contra Castillo”, añade.
Para Navas, el Perú se verá una “medida de pulso entre el Ejecutivo y el Legislativo para definir cómo se va a llevar esta relación”.
“Una eventual vacancia es algo que vemos probable, pero no en el corto plazo. Considero que habrá un periodo de al menos seis meses en el que se medirán las fuerzas entre ambos y tras ello veremos si se materializará la medida o no”, indica.
Además desde Control Risks consideran que es más probable un escenario de destitución de Castillo que una disolución del Congreso. “Los legisladores no van a generar fácilmente las condiciones para el cierre del Parlamento, entre otros factores porque no pueden aplicar a la reelección”.
De otro lado, Navas indica que si bien la convocatoria a una Asamblea Constituyente será un tema que permanecerá en el discurso del Gobierno, ante un Congreso mayoritariamente de oposición, las condiciones políticas no están dadas para que esta iniciativa pueda ser llevada adelante por el momento.
“Será difícil impulsar cualquier reforma que busque esa Asamblea Constituyente. De otro lado, el país tiene problemas más urgentes que resolver en cuanto a los temas sociales y económicos”, detalla.
La analista de Control Risks considera que el proceder errático del Gobierno va a tener un impacto en el clima de negocios.
“Los inversionistas tienen claro que va a haber un periodo en que los conflictos entre el Ejecutivo y el Congreso van a paralizar la agenda legislativa, lo que afectará la confianza empresarial”, indica.