Director General de Participant Capital
La inflación se ha situado en máximos de los últimos 40 años, tanto en Estados Unidos como en los principales países de Europa. De hecho, la inflación interanual en Estados Unidos fue del 8.5% en marzo último, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el departamento de trabajo de ese país.
Este aumento se debe principalmente al precio de la gasolina generado por la invasión de Ucrania y las sanciones de Occidente contra la capital Rusa, que han provocado que los precios de la energía y los alimentos de primera necesidad suban a nivel mundial.
En este escenario inflacionario, los inversionistas comienzan a recomponer sus portafolios debido a que el problema es que la renta fija y la renta variable están afectados por la inflación; en tal sentido, los inversores están buscando otro tipo de activos menos volátiles capaces de proteger su patrimonio.
El Real Estate es un activo refugio, un activo tangible que no tiene tanta volatilidad como otro tipo de inversiones.
Efectivamente, la volatilidad dentro de la industria inmobiliaria no es tan alta como en las bolsas de valores, fondos de inversión o renta fija como los bonos y, además, el alza de los precios se refleja también en el precio de los inmuebles y/o las rentas de los alquileres, ya que muchos de ellos están ligados al IPC (Índice de Precios al Consumidor). Esto significa que, si la inflación sube un 8%, hay una cobertura natural al poseer inversiones inmobiliarias.
La recuperación y la inflación que se vive en todo Estados Unidos han repercutido en que el sector inmobiliario de ese país tenga un alza importante en los precios de las viviendas y proyectos inmobiliarios en general. La inflación se ha convertido en un nuevo aliado de los bienes raíces.
Como se recordará, el boom inmobiliario que se inició en plena pandemia en Estados Unidos, producto en parte de las fuertes migraciones de los estados del norte hacia las ubicadas en el sur del país, el “interés” de los extranjeros latinoamericanos por invertir en bienes raíces, sobre todo, en estados como la Florida, continuaría en el presente año y parte del 2023.
La estabilidad de la moneda verde, el aumento de la población vacunada, el levantamiento gradual de las restricciones, el optimismo sobre la cercanía del fin de la pandemia, las bajas tasas de impuestos y las posibilidades de crecimiento que ofrece este estado y el país, ayudarían a esta tendencia.