Consultora y Master Coach LHH Región LATAM
Hace unos días estuve de viaje, unas bonitas vacaciones en un lugar especial. Especial por las lindas playas, pero sobre todo por la amabilidad y la buena actitud de su gente. Cada mañana, en el restaurante del desayuno, nos recibía Stephanie con una linda sonrisa y su deseo de buen día, llamándonos a todos por nuestro nombre. Nosotros la saludábamos también con un “buen día Stephanie” seguido de nuestro acostumbrado “¿qué tal?” a lo que ella respondía con un alegre y entusiasta “Excelente”. Al tercer día, luego de recibir ese maravilloso “Excelente”, le pregunté cómo hacía para recordar los nombres de tantos huéspedes y, a pesar de tanta presión, mantenerse sonriente y responder con entusiasmo “Excelente”. Con gran maestría, me explicó: “Al decirles Excelente, siento que mi día es realmente Excelente y al sentirlo, lo vivo así”. Tanta sabiduría en su explicación. Es que al decirlo y decretarlo, además de hacerlo para ella, lograba contagiarnos esa linda actitud y nos permitía conectar con un Excelente día.
La lección de Stephanie me ha hecho reflexionar sobre lo fácil que puede ser hacer Excelente nuestros días y cuánto bien podemos hacer a quienes nos rodean tan solo deseándoles un excelente día o al responder “Excelente” cuando nos pregunten ¿Cómo estamos?
Considerando el ejemplo de Stephanie y pensando en las exigencias y presiones del mundo ejecutivo, me permito dar algunas sugerencias para contagiar a nuestros compañeros de trabajo una actitud alegre y positiva, que haga que nuestro ambiente laboral sea agradable y productivo, que permita una excelente experiencia del cliente:
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1. Regala una sonrisa a todos, a cada una de las personas con las que te encuentras día a día, desde que llegas a tu centro de trabajo o te conectas a una llamada, hasta que termina la jornada laboral. No temas sonreirle a personas que no conoces, atrévete a descubrir el gran poder de las sonrisas.
2. Agradece, observa cuántas veces al día tienes motivos para decir “Gracias”. Usa con generosidad esta mágica palabra, tus compañeros y colaboradores se sentirán valorados al escucharla.
3. Celebra, siempre hay motivos para hacerlo. Felicita las buenas acciones de tus compañeros y colaboradores, aplaude sus logros como te gustaría que los tuyos sean celebrados.
4. Da feedback, todos necesitamos recibir un “like” cuando vamos bien y una observación cuando algo puede hacerse mejor. Incluso, para criticar un error se puede ser positivo. El feedback oportuno y positivo ayuda a lograr colaboradores comprometidos como Stephanie y buenos resultados.
5. Para muchos es más fácil darlo que recibirlo. Sin embargo, la capacidad de recibir está relacionada con nuestra capacidad de ser agradecidos, humildes y merecedores. Aprende a recibir de tus compañeros de trabajo. Todos tienen algo bueno qué decir y qué enseñar.
Esa actitud positiva, permite una actitud ganadora. Las personas con actitud ganadora son optimistas, alegres y positivas como Stephanie, son personas que sonríen, les brillan los ojos y muestran pasión por todo lo que hacen.
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