Escribe: José Pedro Martínez Sanguinetti, Vicepresidente Ejecutivo de Inversiones Rimac Seguros.
La economía norteamericana está evidenciando el impacto de las altas tasas de interés y de un dólar fuerte. A pesar de que ha seguido creciendo por encima de su tasa de tendencia de largo plazo y mantiene niveles de empleo cercanos al máximo potencial; a partir de mayo ha comenzado a mostrar signos incipientes de debilitamiento. Como resultado, el FMI ha reducido su previsión de crecimiento para esta economía de 2.7% a 2.6%. Aunque la reducción es leve, es fundamental porque es determinada por expectativas de un mercado laboral menos activo y por un menor crecimiento en el gasto de las familias.
LEA TAMBIÉN: Credicorp Capital: ¿Es momento de comprar acciones en la bolsa de Estados Unidos?
Esto sugiere que las presiones de demanda que sostuvieron la inflación por encima de la meta de la Reserva Federal en los últimos años están cediendo y, consecuentemente, que ésta podría estar cercana a iniciar el ciclo de recortes de tasas de interés.
En junio, la inflación de los últimos doce meses, medida usando el Índice de Precios al Consumidor, alcanzó 3%; uno de sus niveles más bajos en los últimos 3 años. Si bien la Reserva Federal apunta a estabilizar la tasa de infación de alrededor de 2%, los últimos datos sugieren que la tendencia decreciente en este indicador es sostenible. Ya en mayo, el Deflator del Gasto Personal excluyendo alimentos y energía, la medida que usa la Reserva Federal, se redujo a 2.6%. Después de estas revelaciones, el mercado incorporó en sus expectativas hasta tres recortes de 25bps en la tasa de interés interbancaria para 2024. Estos se producirían en septiembre, noviembre y diciembre.
LEA TAMBIÉN: ¿Qué esperar del mensaje presidencial en lo laboral?
Si bien la Reserva Federal ha actuado con mucha cautela, todo parece indicar que esta vez si estamos cerca del primer recorte de tasas. Este se produciría dos meses antes de que se realicen las elecciones presidenciales. Donald Trump, candidato republicano, o Joe Biden, candidato demócrata, sin duda se beneficiarían si su gobierno se iniciase al mismo tiempo que se flexibilizan las condiciones financieras.
Sin embargo, las menores tasas de interés se sumarían a los enormes esfuerzos fiscales que ambos candidatos están comprometiendo. Según el Congressional Budget Office, las políticas planteadas por ambos candidatos resultarían en déficits anuales en el presupuesto del gobierno mayores al 5% del PBI durante los próximos 4 años. El crecimiento resultante en los niveles de deuda, sin duda, sería inflacionario en el largo plazo.
LEA TAMBIÉN: ¿Hay lonche gratis en las tasas de interés?
Es muy posible que la Reserva Federal haya derrotado al surgimiento inflacionario que resultó del estallido de la guerra en Ucrania y de la pandemia. Sin embargo, las propuestas polítcas prevalecientes en ambos candidatos en esta próxima contienda electoral sugieren una alta probabilidad de que en el mediano plazo se vuelvan a registrar presiones inflacionarias.
La inflación que se observó en 2019-2023 fue generada por la necesidad de acomodar eventos externos y fue mitigada por un dólar que se fortalecía en respuesta a flujos de capitales que buscaban seguridad. La inflación que sobrevendría en los próximos años sería más estructural y podría ser agravada por disrupciones en el mercado de petróleo en Irán o en Rusia, según el ganador de las elecciones; por presiones en el nivel de salarios si se restringe la inmigración legal de trabajadores; por el alza de tarifas si se agrava el conflicto comercial con China o por el alza de los impuestos si no se restringe el gasto fiscal. Cualquier combinación de estos factores repercutiría en la estabilidad del dólar a largo plazo.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.