Claudia Alfaro
Cofundadora de Kaudal
Hace algunas semanas, el CEO de Microsoft (Satya Nadella) hizo una declaración contundente: “los Software as a Service (SaaS) están destinados a desaparecer progresivamente y ser reemplazados por agentes de inteligencia artificial”. Sin embargo, aunque estas palabras proyectan una visión futurista y disruptiva, considero que lo que veremos en los próximos años no es la desaparición del SaaS, sino una evolución progresiva hacia un modelo que podría parecer radicalmente distinto al que conocemos hoy.
El Software como Servicio (SaaS en sus siglas en inglés), se refiere a aplicaciones que se alojan en la nube y son accesibles vía internet, pagando una suscripción. Es decir, no es una aplicación que se desarrolla inhouse, ni que te “pertenezca”, sino que un tercero ha desarrollado y tú puedes utilizar. Los SaaS más conocidos en el mundo empresarial son los CRMs (Customer Relationship Management), ERPs (Enterprise Report Planning) y plataformas de colaboración, que han transformado cómo las empresas gestionan sus operaciones, permitiendo una mayor escalabilidad, menor costo inicial y actualizaciones constantes.
¿Y qué son los agentes de inteligencia artificial?
Los agentes de inteligencia artificial son sistemas avanzados capaces de interactuar con datos, procesar información y ejecutar acciones de manera autónoma. Estos agentes tienen la posibilidad de conectarse directamente a las bases de datos, permitiendo realizar tareas como crear, editar, analizar o eliminar datos sin necesidad de interfaces tradicionales. Esto plantea una pregunta crucial: ¿para qué necesitaríamos un SaaS si un agente puede gestionar todo directamente?
Además, cada vez es más fácil y accesible poder crear estos agentes gracias a plataformas sin código (o con bajo código), que ayudan a desarrollarlos. Lo que hay que tener en cuenta es que cada Agente de AI debe tener un objetivo definido, es decir, funciona para un solo tipo de tarea, de esa manera será más fácil de entrenar e integrar con los sistemas específicos de dónde se quiere obtener información. Y con el tiempo se va probando y ajustando.
LEA TAMBIÉN: Perú se prepara para la revolución cuántica: Banca, salud y retail lideran el cambio
Una transición necesaria
En mi opinión, el SaaS no tendrá una muerte súbita, sino una evolución que será acompañada con la adopción de agentes de AI, y será un proceso gradual. Inicialmente, veremos cómo estos agentes interactúan con los SaaS para facilitar su uso. Por ejemplo, en lugar de que un colaborador aprenda a navegar por complejos dashboards, o inclusive partirse la cabeza creándolo, podrá preguntar directamente al agente por los datos que necesita o delegar tareas repetitivas para que éste las realice. Este período de adaptación permitirá a las organizaciones identificar mejores prácticas y áreas de oportunidad.
Además, la construcción de agentes de inteligencia artificial será cada vez más accesible para personas sin conocimientos de programación, siempre y cuando tengan claros los objetivos de negocio. Esto democratizará el desarrollo de soluciones tecnológicas y empoderará a los equipos.
LEA TAMBIÉN: La inteligencia artificial y la incertidumbre sobre su impacto
El reto empresarial
Sin embargo, esta transición no sucederá automáticamente y hay varios puntos a tener en cuenta antes de pensar en este tipo de futuro. Para empezar a explorar el potencial de estas herramientas, las empresas pueden tomar los siguientes pasos:
Centralización de datos: La data sigue siendo el recurso principal. Es fundamental que los equipos comprendan la importancia de centralizar y estructurar los datos correctamente para evitar errores y optimizar la productividad. Es increíble cómo los equipos siguen enviando datos por correo electrónico o teniendo distintas versiones de excel que no están en la nube. Antes incluso de pensar en AI, es importante tener una estrategia de cómo se almacenan y distribuyen los datos de la empresa.
Fomento del aprendizaje práctico: Las empresas deben promover que cada colaborador se familiarice con herramientas no-code, low-code o de AI, entendiendo su lógica y potencial para mejorar su trabajo diario; de esta manera, cuando les toque interactuar con tecnologías más avanzadas, como el desarrollo de Agentes, tendrá una mejor noción de qué pedir y cómo funcionan.
Delimitación de la cancha de juego: Establecer políticas claras sobre cómo y con qué interactuar reduce el riesgo de errores y sobrecarga. Esto asegura que los colaboradores adopten la tecnología en lugar de temerla o evitarla, y de que las cabezas de la organización no teman por fuga de información, por experimentar con casos de uso sensibles.
Finalmente, sinceramente creo que el futuro del SaaS no está marcado por su desaparición, sino por su transformación. Los agentes de AI no reemplazarán completamente a los SaaS, sino que los complementarán y evolucionarán con ellos.
LEA TAMBIÉN: La nueva era del trabajo: Adaptación y competencias reemplazan la formación académica tradicional
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.