Vicepresidente ejecutivo de inversiones de Rímac Seguros
Esta guerra va a traer consigo un aumento en el precio de los commodities porque tanto Rusia como Ucrania se encuentran entre los principales productores a nivel global.
En particular, el efecto en Perú depende de las condiciones externas para exportaciones. Aquí tenemos dos efectos positivos: 1) la subida del precio del cobre y 2) la subida del precio del oro. Dichos componentes deberían incrementar nuestros ingresos de divisas al país en los próximos meses.
Esto, en gran medida, es lo que explica la apreciación del sol versus el dólar, a pesar de la relativa inestabilidad política que viene atravesando el país.
En resumen, el primer impacto positivo es la subida de los commodities que se transforma en un shock positivo de términos de intercambio para el Perú.
Al mismo tiempo se produce un shock que no es tan positivo que es la subida de precio del petróleo. Rusia produce aproximadamente el 11% del crudo del mundo. Desde ese punto de vista, el precio del petróleo ya se elevó de manera sustancial y si se llegara a prohibir la exportación de petróleo ruso, podríamos ver una subida más grande, que debería traducirse en un shock de oferta para la economía global.
En el caso del Perú, si bien importa una serie de hidrocarburos, exporta otra, con lo cual estamos medianamente protegidos.
Sin embargo, este shock positivo de términos de intercambio no necesariamente tiene que traducirse en crecimiento para la economía peruana.
La razón por la cual la economía peruana podría no beneficiarse es que a pesar de que los ingresos de las empresas y los del Estado, se van a incrementar producto del aumento del precio de nuestras exportaciones, esos mayores ingresos no necesariamente van a ser canalizados a nuevas inversiones.
Si la inversión privada y pública no se reactivan en respuesta a este shock positivo a este precio en el precio de las exportaciones podríamos pasar esta oportunidad sin experimentar una elevación en la tasa de crecimiento económico.
Lo ideal para que este shock se transforme en un impulso a la economía nacional es encontrar un equilibrio en el frente político de modo que el Estado pueda empezar a tomar decisiones de inversión y por otro lado el sector privado se sienta confiado de invertir y continuar desarrollando proyectos de crecimiento en el Perú. Creo que este tema es fundamental. Ofrecer estabilidad y predictibilidad, algo que ha sido frecuente en los últimos 30 años.