AGENDA. Los principales cambios a la Ley 27360 (Ley de Promoción Agraria), aprobados por el Congreso el jueves pasado –luego de catorce meses de espera–, están referidos al régimen laboral: la remuneración mínima diaria pasará de S/ 16 a S/ 39.19; las vacaciones, de 15 a 30 días; la indemnización por despido arbitrario, de 15 a 45 remuneraciones diarias; el aporte a Essalud, de 4% a 6% de la remuneración mensual; y se hacen precisiones a la CTS y gratificaciones.
Estas novedades entrarán en vigencia el 2021 y regirán por diez años. El hecho de que los gremios agrarios y exportadores, funcionarios del Gobierno y analistas pedían que sean aprobadas antes, es que la actividad empresarial necesita tener certidumbre sobre el marco legal al que están sujetas sus operaciones. Las decisiones de inversión, contratación, desarrollo de productos y búsqueda de mercados no se toman de la noche a la mañana, sino que requieren de cierto tiempo para madurar. Por ello, saber con anticipación las reglas de juego influirá positivamente en esas decisiones.
Otro cambio notorio es la inclusión de la forestería y la acuicultura. Aunque ambas actividades ya gozaban de los beneficios de la Ley 27360 –la primera desde fines del 2014 y la segunda desde este año–, era necesario que se confirmase que seguirían recibiéndolos. A diferencia de la agroexportación, que ya está consolidándose, tanto la forestería como la acuicultura están en fases iniciales de su desarrollo exportador.
En vista de que los cambios impactarán en los costos laborales, habrá que prever que las empresas redoblen sus esfuerzos en elevar la productividad de los cultivos. Pero también será necesario que el Estado mejore sustancialmente la reducción de sobrecostos. Los ministerios y sus dependencias están trabajando en eso, pero no ocurre lo mismo con la mayoría de municipios, ante los cuales las empresas tienen que hacer trámites onerosos en dinero y tiempo.
El impulso de la competitividad agraria, forestal y acuícola también pasa por necesarias y urgentes mejoras en la infraestructura, tanto de riego, transportes, almacenamiento y manejo de carga, como de telecomunicaciones. Asimismo, habrá que prestar más atención en incentivar la inversión en investigación y desarrollo, además del acceso a capacitación e información (de productos, mercados, tecnología, etc.). La ley es clave, pero hay que seguir trabajando en estos otros frentes.