MINISTRO DE TRABAJO. Desde el 28 de julio de 2021, el tema laboral ha causado mucha tensión debido, sobre todo, a que los diversos titulares de la cartera de Trabajo mantuvieron una agenda más cercana a la lucha sindical que a la defensa de los trabajadores y la apuesta por la generación de empleo formal. La presencia del ministro Eduardo García podría cambiar esta tendencia. Tanto su reunión con los gremios empresariales como sus declaraciones a Gestión (en esta edición) dan cuenta de ello.
García apuesta por el diálogo tripartito, lo que representa un gran cambio respecto a sus antecesores y, aunque no se anima a derogar el Decreto Supremo que modificó la figura de la tercerización, sí considera que es necesario el diálogo para hacer ajustes al tratarse de un tema tan sensible. “No creo que sea sano andar como un péndulo de un extremo al otro”, ha dicho en la entrevista y esta sola frase hace prever que su apuesta será por buscar el consenso.
Otro cambio positivo es la importancia que busca darle a la apuesta por el empleo formal, aunque el programa Formalízate Perú no sea todo lo amplio que se requiere. Si bien se trata de una meta de largo plazo, desde estas líneas siempre hemos destacado que el Ministerio de Trabajo debe trabajar por la formalización del empleo y la generación de un mayor número de puestos de trabajo formales.
García no ha fijado posición en todos los puntos álgidos generados en los últimos meses, como por ejemplo respecto a la modificación de las normas sindicales y de negociación colectiva, pero que tenga la intención de empezar por temas que generan consenso y evitar los condicionamientos para reiniciar el diálogo en el Consejo Nacional de Trabajo, ya es una muestra de que nuevos aires soplan en el despacho de la avenida Salaverry.
El 2023 no será sencillo, todas las proyecciones económicas ponen al país en un rango similar al de este año. Siendo así, el ministro debería trabajar en concordancia con sus pares en el gabinete, sobre todo con sectores como Economía, Energía y Minas o Producción, para que toda la labor del gabinete se centre en apoyar la inversión privada que es la única generadora de empleo formal. Esto resulta indispensable si se quiere mejorar la calidad de vida de los peruanos, sobre todo teniendo presente que en el país el número de trabajadores formales apenas pasa de los 4 millones, mientras que la PEA supera los 17 millones.