El Senado de Chile aprobó este miércoles una reforma que busca bajar el cuórum necesario para llevar a cabo modificaciones a la Constitución, un debate parlamentario que se abrió en paralelo al proceso constituyente que atraviesa Chile.
Por 41 votos a favor, 2 en contra y 1 abstención, se aprobó la iniciativa, que todavía debe ser revisada en la Cámara de los Diputados y que busca que los cambios a la actual ley fundamental requieran del respaldo de cuatro séptimos de los parlamentarios, en lugar del actual cuórum de dos tercios.
“Abrimos el candado más grande de la Constitución. Es tiempo de reformas urgentes”, celebró la senadora democristiana Ximena Rincón en redes sociales.
Este proyecto fue presentado por un grupo de la Democracia Cristiana el pasado junio, a pocos meses de que se vote en un plebiscito de sufragio obligatorio si se quiere aprobar la carta magna que Chile comenzó a redactar hace un año o si se prefiere mantener la actual.
Entre los impulsores de la moción destacan figuras de la derecha o del centro que no están satisfechas con el proyecto que se someterá a referéndum en septiembre y creen que es más efectiva la vía de reformar la Constitución vigente, escrita durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y modificada parcialmente en democracia.
También apoyaron el proyecto desde la izquierda, ante la posibilidad de que se rechace el nuevo texto en el plebiscito, una opción que cada vez más sondeos dan por vencedora.
En la campaña de cara a esta histórica la votación, la derecha se ha alineado para rechazar el nuevo texto, al que califican de “partisano” e “indigenista”, mientras que la izquierda ha decidido animar a la ciudadanía a votar por aprobar la nueva ley, enfocada a engrosar los derechos sociales.
La propuesta comenzó a redactarse como la vía política para amainar una masiva ola de protestas por la igualdad que comenzó en 2019 y dejó una treintena de fallecidos y miles de heridos.