EDITORS NOTE: Graphic content / An Ukranian serviceman walks in the village of Mala Rogan, east of Kharkiv, after the Ukranian troops retaking the village on March 28, 2022. (Photo by Aris Messinis / AFP)
EDITORS NOTE: Graphic content / An Ukranian serviceman walks in the village of Mala Rogan, east of Kharkiv, after the Ukranian troops retaking the village on March 28, 2022. (Photo by Aris Messinis / AFP)

La ofensiva rusa sigue arreciando en el este de Ucrania, según las autoridades de Kiev, que este martes denunciaron “destrucciones catastróficas” en Lysychansk, localidad vecina de Severodonetsk, donde cerca de 570 personas están refugiadas en la planta química Azot.

El gobernador de la región de Lugansk (este), Serguéi Gaidai, informó de “combates en la zona industrial de Severodonetsk y una destrucción catastrófica en Lysychansk”. “Las últimas 24 horas fueron difíciles” para las fuerzas ucranianas, agregó.

El funcionario aseguró que siguen los ataques contra los tres puentes que unen las dos localidades, separadas por el río Donets, pese a que ya están destruidos, lo que ha dejado aislada a Severodonetsk del resto de los territorios controlados por Ucrania.

Gaidai también dijo que 568 personas, 38 de ellas niños, se encontraban refugiadas en el interior de la fábrica Azot.

“Sigue la presión”

Esta planta es emblemática de esta ciudad industrial, que tenía 100,000 habitantes antes de la guerra. Un tercio de la localidad sigue controlada por Kiev. La localidad se considera una etapa clave para la conquista integral del Donbás, una región parcialmente en manos de los separatistas prorrusos desde el 2014.

La localidad de Toshkivka, a pocos kilómetros de Severodonetsk y Lysychansk, está totalmente bajo control ruso, informó el jefe del distrito de Severodonetsk, Roman Vlasenko. “Sigue la presión” en la línea del frente donde “la batalla del Donbás está en pleno desarrollo”, dijo.

Desde hace varias semanas, la región se encuentra bajo violentos combates de artillería entre las fuerzas rusas y ucranianas. El presidente Volodimir Zelenski instó al ejército ucraniano a “resistir”, dejando entrever que el resultado de la guerra dependía de su perseverancia y capacidad para frenar el avance ruso.

Otras ciudades del Donbás que siguen aún bajo el control de Kiev se preparan para luchar contra las tropas rusas, como Sloviansk y Kramatorsk, al este de Severodonestk.

La situación “es compleja porque el frente se ha acercado en las últimas semanas, hasta 15-20 kilómetros”, explicó Vadim Liakh, alcalde de Sloviansk. Hay que esperar que “las nuevas armas que necesita nuestro ejército lleguen pronto”, añadió.

Serias” consecuencias para Lituania

En el plano diplomático, el pulso entre Rusia y la Unión Europea (UE) se agravó este martes después de que Moscú amenazara con “serias” consecuencias para Lituania, miembro del bloque y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por imponer restricciones al tránsito ferroviario de mercancías hacia Kaliningrado debido a las sanciones occidentales contra Moscú.

Este enclave estratégico y militarizado, sede de la flota rusa en el mar Báltico, tiene fronteras con Lituania y Polonia, dos países que apoyan firmemente a Ucrania desde el inicio del conflicto.

Rusia reaccionará a estos “actos hostiles” y las medidas “tendrán serias consecuencias negativas para la población de Lituania”, afirmó Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad ruso, durante una visita a Kaliningrado.

La diplomacia rusa acusó a la UE de alentar una “escalada” y exigió el restablecimiento inmediato del tránsito hacia el enclave, separado del territorio ruso.

Rusificación

En la provincia de Kiev, donde varias localidades estuvieron bajo control ruso en marzo, el jefe local de la policía ucraniana declaró que se habían hallado hasta ahora los cadáveres de 1,333 civiles, muertos a manos de las fuerzas rusas, según él. De ellos, 213 seguían sin ser identificados.

Entretanto, en el sur de Ucrania, desde que la región pasó a manos rusas, Moscú lleva a cabo una política de rusificación, que incluye la introducción del rublo, la moneda rusa, y la entrega de pasaportes rusos.

Este martes, el ejército ruso anunció que los habitantes de Jersón, bajo control ruso, podrán acceder “gratuitamente” a los canales de televisión rusos.

Entre las cadenas figuran las del grupo de radiodifusión pública VGTRK, que transmite activamente la línea del Kremlin.

Según la agencia de noticias rusa TASS, uno de los nuevos funcionarios prorrusos de la región de Jersón, Kirill Stremusov, dijo que el territorio podría unirse a Rusia “antes de fin de año” tras realizarse un referéndum.

Por otra parte, en un gesto altamente simbólico, el editor jefe del periódico independiente ruso Novaya Gazeta, Dmitri Muratov, subastó el lunes la medalla de oro del Premio Nobel de la Paz que obtuvo en el 2021 y con el dinero obtenido ayudará a los niños desplazados por la guerra en Ucrania.

Es necesario que “la gente entienda que hay un conflicto y que tenemos que ayudar a la gente que más sufre”, declaró el periodista crítico con el Kremlin.

Adquirida por un comprador anónimo por la descomunal cifra de US$ 103.5 millones, la suma supera de lejos los US$ 4.76 millones que alcanzó en el 2014 otra medalla del Nobel.

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