La producción rusa de petróleo y gas condensado cayó este lunes bajo los diez millones de barriles por día (bpd) a su menor nivel desde julio del 2020, dijeron dos fuentes, mientras las sanciones y las limitaciones logísticas obstaculizan el comercio.
El bombeo ruso ha estado bajo una enorme presión en un contexto de las sanciones de Occidente por el papel de Moscú en Ucrania.
Estados Unidos prohibió el mes pasado las importaciones de petróleo procedentes de Rusia, mientras que las sanciones impuestas a las instituciones financieras de Moscú dificultan la tramitación de los pagos del crudo ruso.
Las fuentes indicaron el martes que la producción promedio de petróleo de Rusia cayó a 10.32 millones de bpd entre el 1 y el 11 de abril, frente a los 11.01 millones de promedio de marzo, lo que supone un descenso de más de 6%.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) dijo a la Unión Europea (UE) que las sanciones actuales y futuras a Rusia podrían crear una de las peores crisis de oferta de petróleo de la historia y que sería imposible reemplazar esos volúmenes, y señaló que no bombearía más.
El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, declaró el jueves que la producción de su país podría disminuir entre un 4% y 5% en abril con respecto a marzo, debido a problemas con los seguros y el uso de los buques.
Según las fuentes, la producción caía a 9.76 millones de bpd el lunes, de acuerdo a cálculos de Reuters, la más baja desde 9.37 millones de bpd de promedio en julio del 2020, cuando la producción y la demanda se vieron mermadas por la propagación del coronavirus.
Una de las fuentes también dijo que el mayor productor de petróleo ruso por volumen, Rosneft, ha registrado el mayor descenso del bombeo, que caía a 2.87 millones de bpd del 1 al 11 de abril desde los 3.35 millones de bpd de marzo.
El Ministerio de Energía ruso y Rosneft no respondieron a una solicitud de comentarios.