El gobierno comunista de China considera a Taiwán una provincia rebelde y espera recuperarla, aun por la fuerza si es necesario.
El gobierno comunista de China considera a Taiwán una provincia rebelde y espera recuperarla, aun por la fuerza si es necesario.

La tensión se acentuó en las últimas semanas sobre , una democracia autónoma reivindicada por y aliada de .

Los expertos se preguntan hasta dónde llegará esa tensión y cuál será la respuesta de Estados Unidos.

¿Qué posiciones tienen las partes?

El gobierno comunista de China considera a Taiwán una provincia rebelde y espera recuperarla, aun por la fuerza si es necesario.

El Partido Nacionalista de China (Kuomintang) huyó en 1949 a la isla tras perder la guerra civil en el territorio continental. Desde entonces la isla de 24 millones de habitantes se transformó en una democracia y en un gran polo tecnológico, lo que reforzó su propia identidad.

En 1979, Estados Unidos dejó de reconocer a Taipei para en cambio reconocer a Pekín tras llegar a la conclusión de que el Kuomintang jamás volvería al poder en China continental, la cual estaba ganando fuerza como potencia mundial y rival de Washington.

El Congreso exigió en 1979 al gobierno de Estados Unidos proveer de armas a Taiwán para su autodefensa. Sin embargo, Washington se mostró deliberadamente ambiguo sobre si defendería a Taiwán en una eventual invasión.

¿Por qué hay más tensión?

El presidente Xi Jinping ha afirmado el nacionalismo chino y, tras las protestas en Hong Kong, reprimió drásticamente las libertades en ese centro financiero, al que se le había prometido autonomía de Pekín antes de que Gran Bretaña abandonara en 1997 esa colonia.

“La dramática demolición de ese modelo por parte de Pekín en Hong Kong tuvo un impacto significativo en las actitudes de muchos en Taiwán, incluso entre aquellos que anteriormente podrían haber estado a favor de lazos culturales o económicos más estrechos”, dijo Carl Minzner, investigador del Council on Foreign Relations.

El año pasado la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ganó fácilmente la reelección en lo que era una muy dividida población.

En los últimos años, China aumentó fuertemente sus actividades militares con una cantidad récord de aviones haciendo incursiones cerca de la isla a comienzos de este mes.

¿Cuál es la meta de China?

En Estados Unidos aumentó la inquietud por la posibilidad de que Pekín esté preparando una invasión de Taiwán lo cual, para algunos expertos, es un exagerado temor.

“En el último año, hubo un reconocimiento de que el ejército chino ya logró, o está muy cerca de lograr, la capacidad de invadir y controlar Taiwán”, declaró Bonnie Glaser, directora para Asia del German Marshall Fund de Estados Unidos. “Durante mucho tiempo eso era considerado un factor real”, recordó.

Mencionó situaciones inquietantes como simulacros de bombardeos a puertos de Taiwán o desembarcos.

Glaser, sin embargo, se cuenta entre quienes dudan de que China tenga un calendario para una invasión. Taiwán es el único problema que podría llevar a Estados Unidos y China a la guerra, lo cual, a su vez, potencialmente podría escalar a nivel nuclear.

“Tener una confrontación militar con Estados Unidos es algo que China ha intentado evitar durante años”, según Glasser.

En esa eventual guerra, Xi “pondría en riesgo todas las otras metas que tiene para su país”, añadió.

“La meta de China, pienso, es la de instilar desesperación en el pueblo de Taiwán de modo de que se entregue y diga, bueno, deberemos ceder ante Pekín y ser parte de China. De manera que, (los chinos) quieren ganar sin derramar sangre”, estimó.

¿Qué hará EE.UU.?

Numerosos comentaristas, especialmente Richard Haas, presidente del Council on Foreign Relations, pidieron a Estados Unidos terminar su “estratégica ambigüedad” sobre Taiwán para en cambio decirle a China que Washington intervendrá en caso de invasión.

Para otros, esa posición será contraproducente con los líderes chinos ya convencidos de que Estados Unidos está apoyando a las fuerzas independentistas de Taiwán pese a que reiteradamente asegura que solo reconoce a Pekín.

El presidente Joe Biden recibió la semana pasada advertencias de China cuando dijo que Estados Unidos defendería a Taiwán, aunque después la Casa Blanca dijo que eso no significaba un cambio de política.

De momento Washington parece estar buscando dar pasos cautelosos en apoyo de Taiwán para evitar generar una crisis. Entre esos pasos se cuenta promover la inclusión de Taiwán en instituciones internacionales.

La presidenta de Taiwán demostró confianza en una entrevista a CNN esta semana. Preguntada sobre si Estados Unidos defendería a la isla, respondió “Tengo fe”.