La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) ordenó la entrega en 72 horas de estaciones de servicio en algunas ciudades del país operadas por privados, una medida unilateral que llegó luego que el gobierno autorizó subir el precio de la gasolina y venderla en ciertos sitios en divisas.
La notificación que PDVSA envió por escrito y fue vista por Reuters el sábado, tomó por sorpresa a operadores de las gasolineras que mantuvieron la concesión de estos negocios por décadas, dijeron dos fuentes conocedoras de este proceso.
“En Caracas son una decena (las que han recibido la carta de PDVSA)”, dijo una de las fuentes. El desalojo de las estaciones de servicio, añadió, se produce sin recibir ninguna indemnización.
PDVSA no respondió de inmediato a una solicitud de más información. El documento de notificación indica que la petrolera “podrá rescindir el contrato en forma unilateral y en cualquier momento”.
El cambio de control de las estaciones surge una vez que el gobierno abandonó este mes los fuertes subsidios a la gasolina que por años la hicieron la más barata del mundo, a la par que recibía por primera vez unos 1.53 millones de barriles de combustible iraní como medida para enfrentar las sanciones de Estados Unidos que dificultan sus operaciones en el extranjero.
Fenegas, la asociación que agrupa a los empresarios de las gasolineras, estaría solicitando reuniones con PDVSA y el Ministerio de Petróleo para comprender el alcance de las medidas, agregaron las fuentes.
En los últimos días la petrolera estatal también tomó control de otras 17 estaciones de servicio en el central estado Carabobo y notificó de un cambio similar a cuatro operadores de gasolineras en el oriental estado Sucre.
En el país funcionan unas 1,680 estaciones de servicio, la mayoría propiedad de privados y PDVSA es dueña de unas 200 de ellas, que hasta ahora han venido operando compañías privadas con permisos especiales.
No está claro si PDVSA delegará en otros operadores o asumirá control de la venta de gasolina en las estaciones de servicio que reciben la notificación.
Desde inicios de junio los conductores pueden adquirir 120 litros al mes a un precio subsidiado y el resto deben pagarlo a un precio de US$ 0.5 por litro.
El Banco Central había ordenado a los bancos vender las divisas que recibieran de esas ventas en las estaciones de servicio en el mercado cambiario.