La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) reforzó el apoyo a Ucrania y su unidad ante Rusia, al tiempo que el G7 de las principales economías del mundo anunció nuevas sanciones contra el país invasor liderado por Vladimir Putin.
En una cumbre extraordinaria realizada en Bruselas, los líderes de la OTAN condenaron “la invasión de Rusia a Ucrania en los términos más enérgicos posibles”, y escucharon el pedido de apoyo militar “sin restricciones” del presidente ucraniano.
Conectado por videoconferencia, el presidente Volodimir Zelenski pidió explícitamente a los países de la OTAN que entreguen a Ucrania “el 1% de sus aviones, el 1% de sus tanques” para enfrentar la invasión rusa.
“Para salvar a la gente y nuestras ciudades, Ucrania necesita una ayuda militar sin restricciones”, dijo el mandatario ucraniano, quien alegó que Rusia “utiliza sin restricciones todo su arsenal contra nosotros”.
De acuerdo con una funcionaria estadounidense, los miembros de la OTAN también evaluaron la posible transferencia a Ucrania de misiles antibuque, aunque la misma fuente admitió que esa posibilidad presentaba “desafíos técnicos”.
Al fin de la cumbre, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, recusó ofrecer detalles a los equipos bélicos que la alianza militar repasaría a las fuerzas ucranianas.
Sin embargo, señaló que los líderes de la OTAN seguían preocupados con la posibilidad de que Rusia utilice armamento químico, biológico o nuclear en Ucrania, y por ello decidió equipar sus fuerzas en el flanco oriental con equipos para enfrentar esos escenarios.
La OTAN ya ha desplegado grupos tácticos de combate en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, y se apresta a hacer lo mismo en Bulgaria, Rumanía, Hungría y Eslovaquia.
Aumento de sanciones
En paralelo, el G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), emitió un comunicado donde se comprometieron a trabajar juntos para “recortar la capacidad de Rusia de financiar la guerra de Putin”.
El grupo recordó que “cualquier transacción realizada en oro, está cubierta por las sanciones existentes”.
Además, el G7 formuló un llamado a revisar el espacio de Rusia en las organizaciones internacionales, de acuerdo con un alto funcionario estadounidense.
Las cumbres de la OTAN y del G7 contaron con la participación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
La Casa Blanca, en tanto, anunció que Estados Unidos está dispuesto a recibir hasta 100,000 ucranianos que huyan de la guerra.
Simultáneamente, el gobierno estadounidense informó que desbloqueará “más de US$ 1,000 millones en financiación adicional” para reforzar la ayuda humanitaria a Ucrania.
Esos recursos también serán destinados a hacer frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania, en particular el aumento de la inseguridad alimentaria a nivel global.
La Casa Blanca también anunció masivas sanciones contra políticos, magnates y empresas rusas.
Se trata de “sanciones de bloqueo total contra más de 400 personas y entidades, entre ellas la Duma y sus miembros, élites rusas adicionales y empresas de defensa rusa que alimentan la máquina de guerra de Putin”, precisó un comunicado.
Este jueves, la OTAN también renovó por un año el mandato de Stoltenberg, quien a inicios de este año había anunciado formalmente que iba a asumir la presidencia del banco central de su país, Noruega.
Stoltenberg, un economista de 62 años que fue primer ministro noruego en dos ocasiones, anunció que permanecerá al frente de la OTAN hasta el 30 de setiembre del 2023.
Además de la cumbre excepcional de la OTAN y el encuentro del G7, la maratón de la jornada se completa con el inicio de una reunión de líderes de la Unión Europea (UE), de la que participarán como invitados Biden y Zelenski, este último por videoconferencia.
En la actualidad Estados Unidos cuenta con unos 100,000 soldados en el espacio europeo, unos 40,000 de ellos bajo comando directo de la OTAN.