Carlos Mesa Gisbert, el ex presidente de Bolivia, dice que los votantes deberían elegirlo en lugar del presidente Evo Morales en las elecciones de octubre porque tiene mejores políticas y porque, después de 13 años en el poder, Morales es casi un dictador de izquierda que podría convertir al país en otra Venezuela.
Mesa, de 65 años, dirige su mensaje a la creciente clase media de la nación andina de 11.5 millones de habitantes, habló durante una visita a la sede mundial de Bloomberg en Nueva York a mediados del mes.
Acusó a Morales de fomentar una "corrupción brutal" y se comprometió a construir un poder judicial independiente, aumentar la libertad de prensa, impulsar la inversión extranjera, frenar el tráfico de drogas y restablecer las relaciones diplomáticas con EE.UU.
"Me preocupa la inclinación de Morales hacia un régimen autoritario que se pueda transformar en una dictadura como la de Venezuela", dijo. "Esta es una situación dramática para Bolivia. Morales ha construido una hegemonía en el poder y quiere preservarla".
La jefa de Gabinete de Bolivia, Patricia Hermosa Gutiérrez, delegó las preguntas sobre las próximas elecciones a José Manuel Canelas, el Ministro de Comunicaciones. El Sr. Canelas no respondió a repetidas solicitudes por escrito para refutar las aseveraciones de Mesa.
En el poder desde el 2006, Morales, de 59 años, es el político con más años como presidente en Suramérica. La Constitución lo precluye de otro período al frente de la presidencia y perdió un referéndum hace dos años para permitirle postularse nuevamente.
Pero logró que un tribunal aboliese los límites de reelección. Durante su mandato, Morales ha liderado un crecimiento significativo de la economía del país y la reducción a la mitad de la tasa de pobreza extrema de Bolivia al 17%, según datos del FMI.
Mesa, ex periodista e historiador, dijo que es el único candidato con posibilidades de vencer a Morales, un populista indígena de la izquierda, en medio de un escenario político regional que está girando hacia a la derecha.
Una encuesta realizada el 9 de junio por Tal Cual, para el periódico La Razón en La Paz, mostró a Mesa, por la alianza Comunidad Ciudadana (CC), con 27.1% de los votos en comparación con 38.1% de Morales. Oscar Ortíz, de la coalición "Bolivia Dice No", es tercero con 8.7% y Víctor Hugo Cárdenas, de la "Unidad Cívica para la Solidaridad," tiene 3.6%.
Si el 20 de octubre ningún candidato recibe el 50% de los votos o el 40% con una ventaja de 10 puntos, los dos candidatos principales enfrentarán una segunda vuelta el 15 de diciembre.
Morales no solo enfrenta acusaciones de autocracia, sino nuevos desafíos, con una disminución en los ingresos de petróleo y gas y la deuda pública de Bolivia en niveles récord. Mesa dice que el país necesita reperfilar su deuda pública, que depende en gran medida de los préstamos de China.
"Después de 15 años de fuerte crecimiento y reducción de la pobreza, Bolivia enfrenta un período más difícil", dijo el Fondo Monetario Internacional en un informe en diciembre. Aún así, prevé un crecimiento de 4% este año y de 3.9% en el 2020.
Morales es parte de la llamada "marea rosa", una generación de líderes suramericanos de izquierda que prometían una transformación social. Hugo Chávez, la argentina Cristina Fernández de Kirchner, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el ecuatoriano Rafael Correa ya no están en el poder.
El último aliado de Morales, el venezolano Nicolás Maduro, está enfrascado en una disputa sobre la legitimidad de su autoridad en un país económicamente devastado.
"Lo que hemos vivido hasta ahora no es sostenible" en el tiempo, dijo Mesa, refiriéndose a los años de expansión económica liderada por el Estado. "El crecimiento se basó en la inversión pública y el aumento del déficit fiscal, la deuda externa". Bolivia necesita una "política razonable para reducir el déficit y una inversión extranjera significativa".