Desde que Rusia expresara hace unos días su disposición a utilizar voluntarios de Oriente Medio en la invasión a Ucrania, se ha disparado la difusión de información sobre el supuesto reclutamiento de hasta 40,000 mercenarios sirios, pese a que las cifras no parecen realistas ni logística ni militarmente.
El pasado viernes, Rusia cifró en 16,000 el número de voluntarios de Oriente Medio dispuestos a apoyarles en la guerra, sin precisar cuántos de ellos procederían de Siria, donde desde el 2015 interviene militarmente en favor del dictatorial régimen sirio y donde tiene una fuerte influencia sobre varios contingentes y milicias.
Sin embargo, analistas consultados por Efe apuntan que, de enviarse soldados desde Siria a Ucrania, estos no serán “voluntarios”, sino soldados ya alistados en las Fuerzas Armadas Sirias bajo control ruso, o bien serán milicianos que difícilmente pasarán como “soldados de fortuna” profesionales.
En cualquier caso, las fuentes apuntan que tampoco podrán ser muchos, puesto que esas tropas ya están ocupadas en la primera línea de fuego en la guerra civil siria y no son por tanto prescindibles.
Vinculación con el ejército
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una reputada ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, afirma que en las últimas semanas unos 40,000 combatientes sirios de diferentes grupos han registrado sus nombres para un posible envío a territorio ucraniano.
“El registro para ir a Ucrania no ha sido un acto voluntario, sino que se produjo a través de coordinaciones entre oficiales y líderes de estos grupos, y oficiales rusos en la base aérea de Hmeimim (noroeste de Siria)”, dijo el director del Observatorio, Rami Abdul Rahman.
De acuerdo con Rami, casi 22,000 de estos candidatos viajarían con vinculación al Ejército ruso y cobrarían alrededor de 1.000 euros mensuales, mientras que los 18,000 restantes se habrían registrado a través de la empresa de seguridad privada rusa Wagner.
Entre los grupos que han reclutado “voluntarios” en sus filas cita a milicias progubernamentales como Al Qatirji, la palestina Liwa al Quds o la Brigada Baaz, pero también a destacadas divisiones integradas en la estructura del Ejército sirio como el Quinto Cuerpo y la División 25.
Ésta última, hasta hace pocos años una milicia afiliada a la Inteligencia de las Fuerzas Aéreas sirias, recibe “apoyo” de Rusia pero forma parte del Ejército del país árabe, que tendría que dar su aprobación para que puedan viajar al extranjero, reconoce Abdul Rahman.
Gregory Waters, analista del centro investigador Instituto de Oriente Medio (MEI, en inglés), explicó que en la práctica tanto el Quinto Cuerpo como la División 25 están “completamente comandadas” por Rusia, lo que facilitaría su envío a Ucrania frente a otros batallones.
Puesto que ellos mismos “arman, entrenan y comandan” este destacamento, los rusos “tendrían la capacidad de anular o suspender temporalmente sus contratos con la División 25 para que firmen contratos para Ucrania o cualquier otro despliegue en el extranjero”.
Cifras inverosímiles
Sin embargo, Waters ve imposible que Rusia prescinda siquiera de unos cuantos “miles” de estos efectivos para sus operaciones dentro de Siria, pues la División 25 y el Quinto Cuerpo son “clave” para su rol militar allí.
“Los rusos no van a enviar una porción sustancial porque estas son las unidades que los rusos usan para controlar el espacio de batalla alrededor de Idlib, estas son las unidades que liderarían la carga de cualquier futura ofensiva en Idlib”, apuntó el experto del MEI, con sede en Washington.
La provincia noroccidental de Idlib es el último bastión opositor en Siria.
Así las cosas, el analista califica de “increíble” el dato de 40,000 combatientes registrados, especialmente teniendo en cuenta el tamaño de los grupos militares en Siria y las dificultades logísticas de trasladar a millares de personas desde Siria hasta Ucrania.
“Diría que quizás un par de miles sería un número realista de gente que se podría de verdad registrar y creo que el número que los rusos enviarían en realidad, si envían a gente a Ucrania, se contaría en centenares”, sentenció.
A su juicio, se trataría de una aportación limitada más en línea con el envío de algunas tandas de mercenarios sirios a Libia hace dos años, y sería “más una cosa política que militar”.
Milicias cercanas a Rusia
Para Waters, otros grupos con trazas de prestarse para la misión son milicias propiamente dichas y “más pequeñas” como las ramas de las Fuerzas de Defensa Nacional lideradas por Nabil Abdalá y Simon al Wakil en sendos pueblos cristianos de Hama (oeste).
“Podrían tender a enviar a algunos de sus combatientes como muestra de lealtad a los rusos, pero estas unidades no son muy grandes y sus hombres son todos chicos de 20 años, muchachos del pueblo”, precisó el experto.
También ve un potencial interés en Liwa al Quds, que se ha vuelto más cercana a Rusia en los últimos años, y en los antiguos miembros de la extinta Brigada Halcones del Desierto, cuyo cofundador Mohamed Jaber reside en la península de Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia en el 2014. “Si Mohamed Jaber dice ‘venid aquí’, ‘voy a crear una milicia’, irán allí”, concluyó.