“¡Es maravilloso pasar tiempo con tu hijo!”, dice el joven Alexander, que fue papá hace poco. En Suecia, con una de las políticas de permiso por paternidad más generosas de Europa, los padres disponen de al menos tres meses, pero solo la mitad de ellos los disfruta en su totalidad.
“Tiene muchas ventajas para la relación con el niño”, afirma Alexander Erneborg, un joven sueco mientras pasea a Oliver, su hijo de diez meses, en el cochecito.
“Nuestro vínculo es mucho mejor de lo que habría sido si no hubiera tenido tanto permiso por paternidad”, explica en Humlegarden, un parque del centro de Estocolmo.
Este empleado de 27 años de una empresa informática lleva sin pisar la oficina desde mayo y no espera volver hasta por lo menos enero. “Probablemente podría extenderlo hasta un año sin ningún problema”, declaró.
En el reino nórdico, pionero en la igualdad de género, hace décadas que no se usan los términos “baja de paternidad” y “maternidad” sino el de “permiso parental”.
Los padres se reparten 480 días. Parte de ellos se pueden usar hasta que el niño tenga 12 años. El salario está cubierto al 80% durante los primeros 390 días.
Una política a la que el país dedicó más de 35,000 millones de coronas (US$ 3,840 millones, 3,300 millones de euros) en el 2019, es decir el 0,7% de su PBI.
Desde el 2016, se reservan tres meses para los padres que, si no los toman, los pierden.
Ecuación imperfecta
Como Alexander, cuatro de cada cinco padres en Suecia toman su permiso no obligatorio, según Forsakringskassan, la seguridad social sueca. La duración media es de 75 días antes de que el niño cumpla los dos años.
La paridad está lejos de ser perfecta: según Ann-Zofie Duvander, investigadora de política familiar de la universidad de Estocolmo: la madre usa el 70% de los 480 días.
“Esto demuestra que se puede hacer más para mejorar la igualdad de género”, reconoce el ministro de Seguridad Social, Ardalan Shekarabi.
Cuatro de cada diez padres toman al menos tres meses de permiso de paternidad antes de que el niño cumpla dos años (frente al 11% en 1995), pero entre el% 10 y 15% no toma ninguno, añade Duvander. “Las reglas tradicionales de género siguen en vigor”, apunta la experta.
La indemnización está limitada a un poco menos de 4,000 euros (US$ 4,660) al mes y las parejas tienden a dar prioridad al salario del padre, que suele ser más alto. Según Eurostat, la brecha salarial entre suecos y suecas fue de 12.2% en el 2018.
Aun así para Janina Pogodina, con dos hijos, lo más importante es que el modelo sueco protege su carrera.
“Es formidable para las mujeres”, afirma entusiasmada esta contable de 38 años, de permiso desde que su hija nació hace seis meses. Su pareja toma el relevo en marzo.
15 semanas en Noruega
En la vecina Noruega, otra campeona europea en la materia, se reservan 15 semanas remuneradas al 100% para cada uno de los padres, que después pueden compartir 16 semanas con el sueldo cubierto completamente antes de que el hijo cumpla tres años.
Finlandia prevé extender el permiso de paternidad, actualmente de 54 días, a casi siete meses para cada uno de los padres.
España se ha incorporado recientemente al pelotón con 16 semanas de baja por paternidad a partir del 2021 (frente a las 12 actuales).
En Portugal, el padre tiene cinco semanas, de las cuales cuatro son obligatorias, y puede llegar hasta los 150 días.
Francia elevó esta semana la baja parental de 11 a 28 días, de los cuales siete obligatorios, a partir del 2021.
El año pasado, el Parlamento Europeo votó a favor de una norma mínima en la UE de diez días libres en fechas cercanas al nacimiento, a lo que añadieron dos meses de permiso para cada uno de los padres, pero peor remunerados.
Alexander lo considera insuficiente. “Más países deberían poder hacer como nosotros, porque ahora también podemos ser una verdadera figura paterna y no solo alguien que se va a trabajar y vuelve a casa para castigar al niño”.