Estados Unidos fustigó el domingo a China por su actividad militar “provocativa” y “desestabilizadora”, un día después de que aviones de combate y bombarderos chinos hicieran su mayor incursión en la zona de defensa aérea de Taiwán.
“Estados Unidos está muy preocupado por la provocativa actividad militar de la República Popular China cerca de Taiwán: es desestabilizadora, impone riesgos de errores de cálculo y socava la paz y la estabilidad de la región”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado.
“Instamos a Pekín a que cese la presión y coerción militar, diplomática y económica sobre Taiwán”, agregó.
La demostración de fuerza de Pekín comenzó el viernes, en ocasión del Día Nacional de China, con una incursión récord de 38 aviones militares, entre ellos un bombardero H-6 con capacidad nuclear.
El sábado, Taiwán denunció una nueva incursión récord de 39 aviones y acusó a Pekín de “intimidación” y “dañar la paz regional”.
“Es evidente que el mundo, la comunidad internacional, rechazan cada vez más estos comportamientos de China”, dijo a la prensa el primer ministro Su Tseng-chang.
Taiwán, una democracia de 23 millones de habitantes, vive bajo la constante amenaza de una invasión China, que considera a la isla un territorio díscolo.
Pekín aumentó la presión sobre Taipéi desde la elección en 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, quien dice ver a la isla como “independiente” y no como parte de “una sola China”.
Bajo el mandato del presidente Xi Jinping, los aviones de combate chinos cruzan la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán (ADIZ) prácticamente a diario.
ADIZ no es lo mismo que el espacio aéreo de Taiwán, sino que incluye un área mayor que se solapa con parte de la zona de identificación de defensa aérea de China continental e incluso con parte de su territorio.
Xi ha dicho que es “inevitable” que Taiwán se convierta en parte del continente.
Y los jefes militares de Estados Unidos han empezado a dar cuenta de sus temores de que China decida invadir.
La protección de Taiwán en un tema bipartidista en Washington y un número creciente de países occidentales se une a Estados Unidos en los ejercicios “Libertad de Navegación”, con los que se busca contrarrestar los reclamos de Pekín sobre el Mar de China Meridional y el Estrecho de Taiwán.
Price reiteró que Estados Unidos “continuará ayudando a Taiwán a mantener una capacidad suficiente de autodefensa”.
“El compromiso de Estados Unidos con Taiwán es sólido como una roca y contribuye al mantenimiento de la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y toda la región”, agregó.