Igual que Cuba, bajo un embargo de Estados Unidos desde hace 60 años, varios países han estado sujetos a este tipo de sanciones desde la Segunda Guerra Mundial.
Aquí algunos ejemplos emblemáticos de largos embargos, decididos en el marco de un conflicto, en nombre de la lucha contra el terrorismo o de la defensa de los derechos humanos.
Corea del Norte
En 1950, Washington impuso un embargo casi total a Corea del Norte cuando empezó la guerra de Corea. En 1999, el entonces presidente de Estados Unidos Bill Clinton (1993-2001) anunció una amplia flexibilización de las sanciones económicas, luego de que el régimen comunista aceptó una moratoria de sus pruebas de misiles.
En el 2008, la administración de George W. Bush (2001-2009) retiró a Corea del Norte de la lista de países patrocinadores del terrorismo, levantando las antiguas sanciones, pero impuso otras en respuesta al riesgo de proliferación nuclear, que desde entonces se ha ampliado.
A partir del 2006, la ONU también impuso múltiples sanciones al país, reforzadas a lo largo de los años, a consecuencia de los programas nucleares y balísticos desarrollados por Pyongyang a pesar de su prohibición.
Vietnam
Al término de la guerra de Vietnam, en 1975, Estados Unidos impuso un embargo comercial al país comunista.
En 1994, a casi 20 años de que terminara el conflicto, Bill Clinton anuncia el levantamiento del embargo, por considerar que es la mejor manera de avanzar en la cuestión de los soldados estadounidense desaparecidos.
El embargo de armas, instaurado durante la guerra, es levantado totalmente en el 2016.
Sudáfrica
Tras las mortíferas represalias de los disturbios del área urbana de Soweto (al suroeste de Johannesburgo) de 1976, la comunidad internacional aplicó gradualmente sanciones contra el régimen del ‘apartheid’ -segregación racial- sudafricano.
En 1977, la ONU decretó un embargo sobre la venta de armas a Sudáfrica (en vigor hasta 1994) y luego un embargo de petróleo en 1985 (levantado a finales de 1993).
La Comunidad Económica Europea, la Commonwealth y varios países, entre ellos Estados Unidos, también impusieron sanciones contra el régimen oficial del ‘apartheid’, que fue abolido en 1991.
Irak
Tras la invasión de Kuwait en 1990, Estados Unidos y sus aliados impusieron un estricto embargo contra Irak.
Sólo quedaron exentos alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad. El país sólo podía exportar crudo bajo control internacional en el marco del programa “petróleo por alimentos”.
Durante 12 años, hasta la invasión del 2003 ordenada por George Bush Jr., los iraquíes se vieron reducidos a hacer malabares con las cartillas de racionamiento y sueldos miserables. El PBI entonces se redujo a la mitad.
Sudán
En 1997, Bill Clinton prohibió a todas las personas o empresas estadounidenses mantener vínculos comerciales con Sudán, acusado a su gobierno de violación de los derechos humanos y de apoyo al terrorismo.
Sin embargo, se hizo una excepción para la goma arábiga, que es esencial para la fabricación de goma de mascar y de la que Sudán es el mayor exportador del mundo. Este embargo se levantó en el 2017.
Libia
Acusada de apoyar el terrorismo, Libia fue condenada al ostracismo por la comunidad internacional, sobre todo después de ser considerada responsable de atentados mortales. En 1992-1993 se le impuso un embargo aéreo y militar, reforzado por sanciones económicas y financieras.
En septiembre del 2003, la normalización de las relaciones con Occidente condujo al levantamiento de las últimas sanciones, seguido del anuncio de Trípoli de que no desarrollaría armas de destrucción masiva.
Luego, el país africano se sumió en el caos tras la caída del régimen de Muamar Gadafi en el 2011, año en que se impuso un embargo de armas.
Irán
El 7 de abril de 1980, Washington rompió las relaciones diplomáticas con Irán e impuso un embargo comercial, diez meses antes de la liberación de los últimos rehenes de la embajada estadounidense en Teherán.
En 1995, se decretó un embargo económico estadounidense total contra Irán “en busca de armas nucleares”, según anunció Bill Clinton. A esto, le siguieron sanciones contra las empresas que invierten en los sectores del petróleo y el gas iraníes.
A partir del 2006, se impusieron sanciones internacionales a Irán para que abandonara sus actividades nucleares, concentradas en sectores clave (defensa, petróleo, finanzas, etc.).
En el 2015 se alcanzó un acuerdo internacional que ofrecía a Teherán levantar parte de las sanciones que ahogan su economía a cambio de una drástica reducción de su programa nuclear.
Pero Estados Unidos se retiró del pacto en el 2018, reimponiendo duras sanciones, ante lo cual Irán se manifestó libre de compromiso para retomar sus actividades en ese ámbito.