Un nuevo reporte publicado por el Instituto de Estadísticas de la Unesco y el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo concluye que la mayoría de países no alcanzará los objetivos mundiales de educación para el 2030, incluyendo 17 de América Latina y el Caribe.
Basado en los propios referentes y datos de cada país, el informe establece que el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) de garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, además de garantizar oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para toda la población, quedará lejos para el 2030, incluso antes de tener en cuenta las consecuencias provocadas por la pandemia.
En particular, América Latina y el Caribe, junto con Asia Central y Meridional, “están en vías de lograr la educación de la primera infancia universal”, pero países como El Salvador, Haití, Jamaica y Surinam solo llegarán al 80% de matriculados en etapa preescolar al 2030.
Sobre la tasa de jóvenes no escolarizados en edad de cursar el segundo ciclo de secundaria, la región cree poder reducir solo de 19% a 12%, punto donde la meta era alcanzar la universalidad.
“Es un verdadero paso adelante que unos dos tercios de los países evalúen de forma realista sus posibilidades de alcanzar los objetivos del ODS 4. Sin embargo, a casi la mitad de nuestro plazo, el proceso ha mostrado que, incluso según su propia evaluación, no se anticipa que la mayoría de los países se acerquen a la meta del 2030″, señaló la directora del instituto de estadísticas de la Unesco, Silvia Montoya.
A nivel global, se espera que un 26% de los estudiantes no tenga las habilidades para hacer matemáticas básicas en los primeros grados, un 32% al finalizar la primaria y un 34% al final del primer ciclo de secundaria.
La cifra se dispara en Paraguay, donde el 74% de los niños y las niñas no tendrán habilidades básicas en matemáticas al finalizar la escuela primaria, el porcentaje más alto de los países de la región con datos disponibles, seguido por Uruguay con un 65%.
Respecto a la formación docente, el porcentaje es superior o cercano al 90% en todos los niveles educativos y destacan países como Cuba, Colombia y Nicaragua con excelentes desempeños en este indicador.
Panamá, Paraguay y Guatemala tenían tasas iguales o cercanas a 3% en el 2015, mientras que en Venezuela esta cifra era sólo de 1.3% en el 2015. En el caso de Venezuela, se espera que el gasto en educación aumente en el 2025 y alcance el 4% del PBI.
“Estas metas determinadas a nivel nacional aún no tienen en cuenta el posible impacto de la COVID-19 en la educación, que sabemos ha ralentizado considerablemente, e incluso puede haber hecho retroceder los avances en materia de educación”, señaló por su parte el director del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo.
“También es preocupante que una quinta parte de los países no tenga planes con metas, por lo que aún queda trabajo por hacer antes de disponer de una imagen completa y realista de dónde queremos estar en el 2030″, agregó.
El informe anticipa a su vez que los países harán una revisión de los datos este 2022 para ver si es necesario reconsiderar las expectativas educativas como consecuencia del masivo cierre de escuelas derivado de la emergencia sanitaria, medida que afectó a todo el continente.