Las autoridades de Indonesia, el mayor productor y exportador mundial de aceite de palma, están ultimando los detalles para la prohibición de la exportación de la variante refinada de este producto a partir del jueves, lo que afectará a la inflación de los productos alimentarios en otros países.
El gobierno del primer ministro, Joko Widodo, busca garantizar el suministro local y frenar el encarecimiento del aceite de palma en el país debido en parte a los efectos de la guerra en Ucrania en el mercado internacional y la pandemia del COVID-19.
La decisión de Indonesia ha creado inquietud en otros países, ya que se teme que encarezca aún más el índice de aceites vegetales, que ha subido un 23.2% en marzo respecto al mes anterior, según la Organización para los Alimentos y la Agricultura de la ONU (FAO, en sus siglas en inglés).
Un portavoz del Ministerio de Industria, Febri Hendri Antoni Arif, precisó este lunes al medio local Binis que el plan es prohibir el aceite de palma refinado, blanqueado y desodorizado (RBD) y no el crudo, obtenido directamente del fruto.
Las autoridades no han especificado la duración de la prohibición, que dependerá de la disponibilidad del aceite de palma y su precio en el mercado indonesio, donde se encareció un 44% en febrero respecto al mismo mes del 2021.
En un principio, Indonesia aumentó de 20% a 30% la cuota mínima del aceite de palma destinada al mercado local, pero la subida de los precios en las últimas semanas ha provocado que haya decidido medidas más drásticas.
La Asociación de Aceite de Palma de Indonesia (GAPKI, en sus siglas en inglés) expresó su apoyo a las medidas del Gobierno, mientras no perjudique la sostenibilidad del mercado.
“Si esta política tiene un impacto negativo en la sostenibilidad del sector del aceite de palma, pediremos al Gobierno que reevalúe la medida”, señaló Tofan Madi, portavoz de la GAPKI, en un medio local.
En su página web, la asociación explica que precio de aceite vegetal se está encareciendo globalmente debido a la guerra en Ucrania, ya que este país es uno de los principales productores de aceite de girasol y colza.
Muchos mercados empezaron a demandar más aceite de palma para compensar la caída de las exportaciones desde Ucrania, lo que encareció este producto en el archipiélago indonesio.
Indonesia, produjo el año pasado más de 46 millones de toneladas de aceite de palma, de las que exportó el 74%.
Ante la prohibición temporal de las exportaciones indonesias, algunos países acudirán al segundo productor mundial, Malasia, cuya producción de aceite de palma en el 2021 alcanzó los 24.2 millones de toneladas, de las que exportó el 64%.