La Unión Europea (UE) está en las fases finales de preparación, junto a otros socios internacionales, de una nueva batería de sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania, que se dirigirán a una serie de oligarcas que han apoyado financieramente al régimen ruso y son cercanos a su presidente, Vladimir Putin, a quien ya castigaron con sanciones el pasado viernes.
Las nuevas sanciones, que se esperan de forma inminente en coordinación con otros socios occidentales, se suman a las adoptadas en tiempo récord desde la invasión de Rusia en Ucrania el pasado jueves, que ya han golpeado con dureza la economía y finanzas de Moscú y sus flujos comerciales.
Los líderes de las instituciones europeas y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) participarán esta tarde en una videoconferencia con los jefes de Estado y/o Gobierno de Alemania, Francia, Canadá, Estados Unidos, Italia, Japón, Polonia y Rumanía para continuar la coordinación en las sanciones contra Moscú.
Incluso Suiza, tradicionalmente neutral, ha anunciado este lunes que ha decidido aplicar “plenamente” las sanciones de la UE contra Rusia por la invasión de Ucrania y congelará los fondos rusos implicados y que se encuentren en el sistema financiero helvético.
Si bien aún no se conocen las identidades de los oligarcas que entrarán en la lista comunitaria de sancionados, fuentes europeas defienden que será una lista “ampliamente coordinada”, que asemejan a “un ‘quién es quién’ del círculo íntimo de oligarcas que han estado apoyando financieramente al régimen”.
Se trata de un número “significativo” de oligarcas a los que se someterá a una congelación de activos y a una prohibición de viaje a la UE y al resto de territorios con los que se coordine Bruselas en estas sanciones.
La UE considera especialmente alinearse en estas sanciones con el Reino Unido y también tiene contactos en marcha con Suiza para asegurar que se unen igualmente a estas nuevas medidas, según las fuentes comunitarias.
Sanciones a Bielorrusia
En las próximas horas se espera también que se haga público el alcance exacto de la nueva batería de sanciones contra Bielorrusia, la última dictadura de Europa, que ha acogido a más de 30,000 soldados rusos y equipamiento militar para unos ejercicios conjuntos que han servido a Moscú para cruzar la frontera sur de ese país y atacar a Ucrania.
Las fuentes europeas explican que las nuevas medidas colman “algunas lagunas” identificadas tras las primeras sanciones a este país y limitarán las exportaciones desde allí de combustibles minerales, tabaco, madera, cemento, hierro, acero y potasa, así como la exportación a Bielorrusia de productos de doble uso, es decir, con finalidades que pueden ser civiles o militares.
La UE está estudiando además si puede replicar en Bielorrusia las mismas medidas que ya ha adoptado contra el Banco Central de Rusia en cuanto a la paralización de sus transacciones, y también prevé incluir a oligarcas del entorno del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, a su lista de sanciones.
Fuentes europeas creen que estas medidas no serán “el final del apoyo a Ucrania” y que, sin cruzar “algunas líneas claras” como el envío de personal sobre el terreno, la UE seguirá “apoyando al pueblo ucraniano y haciendo todo lo imaginable dentro de nuestra capacidad para ofrecer ese apoyo”.
“Dentro de esas limitaciones, nuestra imaginación no debería conocer límites en cuanto a cómo podemos prestar apoyo práctico al pueblo de Ucrania para que prevalezca en esta lucha existencial, que también es una lucha por la arquitectura de seguridad europea y nuestro compromiso con la democracia”, afirmaron.