Los problemas en el suministro de las vacunas en Europa centran este jueves una cumbre de los dirigentes del bloque, dentro de un contexto mundial de retrasos en la entrega de los fármacos que afectará especialmente a los países más desfavorecidos.
Los dirigentes de los 27 países de la Unión Europea (UE) abordan en un encuentro virtual cómo resolver la lentitud con que avanzan las campañas de vacunación, en momentos en que varios países del bloque vuelven a adoptar medidas de restricción ante la tercera ola de la pandemia.
La Comisión Europea endureció el miércoles su sistema de control a las exportaciones de vacunas producidas en su territorio hacia países externos, una decisión que provocó una irritada reacción del Reino Unido, principal receptor de estos fármacos producidos en la UE y exportados por los propios laboratorios.
El inmunizante del laboratorio anglosueco AstraZeneca, que junto al de Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson tiene la autorización europea, está en el centro de la polémica por sus retrasos y los temores que suscitó al detectarse que personas vacunadas desarrollaron coágulos sanguíneos poco comunes.
A raíz de estas dudas, la semana pasada varios países europeos suspendieron temporalmente su aplicación, antes de volver a reanudarla tras las recomendaciones del regulador europeo y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero hay algunos países que siguen examinando la situación, como Dinamarca, que este jueves decidió prolongar tres semanas la interrupción del uso de este fármaco, alegando que necesita “más tiempo” para descartar que esté relacionado con el riesgo de trombos.
Retrasos en India
Todos estos obstáculos no ayudan en el avance de las campañas de vacunación, que parecen ser el único remedio para atajar la pandemia.
Y la situación todavía es más grave en los países con pocos recursos, que confían en el programa internacional COVAX para recibir las esperadas vacunas.
Pero este suministro se demorará debido a la falta de licencia de exportación de India, uno de los mayores fabricantes de vacunas del mundo, según indicó el jueves la Alianza de Vacunas Gavi, que codirige este dispositivo.
Los envíos “se retrasarán por no haber obtenido licencias de exportación para dosis adicionales de vacunas fabricadas por el Serum Institute de India, que tenían que haber sido enviadas en marzo y abril”, informó el organismo.
El sistema internacional Covax quiere distribuir este año dosis a 20% de la población de casi 200 países y territorios, e incluye un mecanismo de financiación para ayudar a 92 países desfavorecidos.
La pandemia del COVID-19 ya se ha cobrado más de 2.7 millones de vidas en el mundo y ha contagiado a más de 124.8 millones de personas, según un recuento de la AFP este jueves.
Actualmente, el virus se está cebando con Brasil, segundo país más enlutado por la enfermedad y que ya superó los 300,000 fallecidos.
La presión llevó al presidente Jair Bolsonaro, escéptico ante los daños que provoca el virus y un obstinado opositor del confinamiento, a formar un comité de crisis “para decidir el rumbo del combate” de la pandemia.
El gigante sudamericano, de 212 millones de habitantes, se ha convertido en una fuente de preocupación mundial, debido a la falta de coordinación de sus políticas sanitarias y al surgimiento de una variante local del virus, denominada P1, considerada mucho más contagiosa.
Más allá de las fronteras de Brasil
Y esta situación crítica ya se está haciendo notar más allá de sus fronteras.
“Lamentablemente, la terrible situación de Brasil también está afectando a los países vecinos”, afirmó Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Es “crucial” agudizar las medidas, advirtió.
Casi 24 millones de los 600 millones de personas que viven en América Latina y el Caribe han contraído el COVID-19 y más de 753,000 han muerto, según el recuento de AFP.
Varios países, entre ellos Uruguay, Venezuela y Perú, han atribuido oficialmente la fuerte escalada de contagios a la ferocidad de la cepa P1.
Uruguay, hasta hace poco elogiado por mantener la epidemia a raya sin recurrir a la cuarentena, se encuentra ahora con “una situación compleja” que pone en la cuerda floja a su sistema de salud, admitió el presidente, Luis Lacalle Pou.
La buena noticia de estos días llega de Cuba, donde se empezó a probar en 150,000 trabajadores de salud la vacuna contra el coronavirus producida en la isla, que es la primera concebida y desarrollada en América Latina.
El objetivo de este estudio es probar el fármaco a gran escala, incluso antes de su aprobación, entre médicos, enfermeras, técnicos y hasta los trabajadores de mantenimiento de los centros de salud.
“Imagínese que en corto tiempo, en un país bloqueado, con tantas necesidades, hemos logrado una vacuna de calidad”, afirmó el doctor Osiris Barbería, vicedirector de Epidemiología de la policlínica Corynthia de La Habana, donde se está inoculando al personal sanitario.