Analistas opinan sobre la economía argentina luego de que el Gobierno anunciara la recompra de deuda externa por más de US$ 1,000 millones para mejorar el perfil de la deuda del país sudamericano, en momentos en que el riesgo país presenta una importante baja.
Presiones inflacionarias, que no ceden en 2023, y el fuerte gasto fiscal en un año con elecciones presidenciales hacen que la plaza financiera mantenga un manto de cautela hacia el rumbo de corto y mediano plazo.
“El anuncio de recompra de deuda realizada por el Gobierno es una medida que apunta a controlar los dólares financieros. Sin embargo, en el mediano plazo la medida luce insuficiente si los dólares usados en esas compras derivan en un mayor cepo que desplaza demanda hacia los dólares financieros”, estimó Roberto Geretto, de Fundcorp.
“Una de las posibilidades para utilizar los títulos recomprados sería la contratación de un préstamo garantizado conocido como REPO, que aportaría liquidez al Gobierno para financiar las necesidades de divisas a lo largo del año”, estimó la consultora Delphos Investment.
“Para esto sería muy favorable que continúe la tendencia a la baja del riesgo país, lo que ayudaría a mejorar los términos financieros de esta operación”, señaló.
“Sólo se entendería aquel anuncio oficial (de recompra de duda) como para favorecer futuros préstamos al mejorar las expectativas”, comentó VatNet Financial Research.
“La jugada oficial para levantar las expectativas financieras tuvo un éxito inicial que luego se fue diluyendo. De cualquier manera, alcanzó para reducir el riesgo país hacia alrededor de los 1,800 puntos”, agregó.
“Entendemos que, dada la escasa cantidad de reservas netas, el poder de fuego oficial para levantar las paridades (de los bonos) es muy limitado. Esto queda en evidencia en las todavía elevadas probabilidades implícitas de default que aún persiguen a los globales”, dijo por su parte GMA Capital Research.
“El timing de esta medida es dudoso luego de que los bonos hayan escalado 70% durante el último trimestre”, agregó.
“Las perspectivas a futuro también muestran claras señales de que la inflación continuará con valores elevados”, dijo IOL invertironline y señaló que “hacia el futuro, las previsiones aún no son positivas a medida que no se logre anclar las expectativas, y que ciertas políticas monetarias como el aumento de los pasivos remunerados del BCRA tampoco asistirán para que esto ocurra”.
“La inflación de enero nos está dando parecido a diciembre, pero creo que en algún momento va a empezar a recalentarse”, dijo en declaraciones radiales el economista Fausto Spotormo.
“Los números que estamos viendo alrededor de 5% puede dar 5% y algo en enero, atrás de eso hay una inflación núcleo manteniéndose en 5.5%”, estimó y señaló que “es clave cuánta emisión monetaria va a haber este año y cuánto ruido generarán las elecciones”.
“Las últimas ruedas empiezan a arrojar un renovado drenaje de reservas, el cual era esperable tras el ‘dólar soja II’ e incluso acentúa las preocupaciones ante un panorama por la sequía de una menor oferta de divisas”, estimó Gustavo Ber, de estudio Ber.
“Hay problemas por resolver y el más inmediato son las elecciones; lo que viene por delante es un escenario con candidatos moderados y se empieza a configurar un escenario similar al de 2015, y al mercado le va a gustar. Pero si domina la polarización, el mercado se va a asustar”, dijo Javier Casabal, de Adcap Grupo Financiero.
Un informe del Centro de estudios UIA (Unión Industrial Argentina) señala que “para los próximos meses, la industria enfrenta una serie de desafíos. En particular, se destaca la escasez de algunos insumos para la producción, situación que se viene registrando desde hace varios meses como consecuencia de las restricciones a las importaciones”.
Fuente: Reuters