El presidente del Banco de la Reserva Federal (Fed) de Chicago, Charles Evans, dijo que espera que la inflación de Estados Unidos llegue a 2% para el 2023 y se mostró a favor de que avance a 2.5%, nivel que otras autoridades de la Fed consideran excesivo.
“La Fed debe tener una actitud de ‘jugar para ganar’ en relación a nuestro objetivo de inflación”, afirmó Evans, en declaraciones preparadas para la Asociación Nacional de Economía Empresarial. “Se necesitará sobrepasar (la meta de inflación) y no podemos ser tímidos al hacerlo”.
En agosto, la Fed adoptó un nuevo marco de trabajo para contrarrestar las fuerzas estructurales de larga duración que merman la inflación, apuntando oficialmente a una inflación de 2% en promedio.
El mes pasado aplicó ese marco con la promesa de mantener las tasas en su nivel actual cercano a cero hasta que la inflación llegue a 2% y esté en camino de superar ese nivel durante algún tiempo.
La mayoría de los integrantes del banco central de Estados Unidos, incluido Evans, creen que no será sino hasta después del 2023.
Quedan preguntas importantes, como si la Fed aumentará las compras de activos en algún momento para acelerar el retorno de la inflación a la meta. Tampoco está claro si, o durante cuánto tiempo después del 2023, la Fed mantendrá las tasas en cero, y qué tan alto por encima de 2% permitirá que suba la inflación.
Evans fue claro: aunque la Fed puede comenzar a subir las tasas antes de que la inflación llegue al objetivo debería mantener la política lo suficientemente flexible como para permitir que se rebase holgadamente la meta.
Dejar que la inflación suba solo a 2.25%, como sugirió, por ejemplo, el presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan, la semana pasada, evitaría que la Fed alcance su meta de inflación promedio hasta el 2026, aseguró Evans.
Si se permite que la inflación alcance el 2.5%, dijo, la Fed podría alcanzar el objetivo promedio de 2% un año antes.