¿Después del feta o el brie, habrá queso gruyere “made in USA”? Los productores franceses y suizos del famoso queso de los Alpes tratan de proteger la denominación de origen, pero acaban de sufrir un duro revés ante la justicia estadounidense.
Un juez federal consideró la semana pasada que el término gruyere se volvió “genérico” en Estados Unidos, lo que impide inscribirlo al registro de marcas para restringirlo a los productos originarios de Suiza o Francia.
En una decisión de unas treinta páginas, el juez T.S. Ellis resalta que hay productores estadounidenses que fabrican gruyere en el Estado de Wisconsin desde 1980, y que más de la mitad del gruyere importado a Estados Unidos entre el 2010 y 2020 se produjo en Alemania y Holanda.
“Décadas de importación, de producción y de ventas de quesos llamados gruyere, pero producidos fuera de la región de Gruyere en Francia y en Suiza, erosionaron el sentido del término y lo volvieron genérico”, escribió.
Ni siquiera los diccionarios mencionan el origen geográfico de este “queso de leche de vaca, de pasta cocida con huecos”, a pesar de que se registra su aparición desde el siglo XVII en los Alpes, releva el magistrado.
La organización Interprofesión del Gruyere, que representa los actores del sector en Suiza, y el Sindicato Interprofesional del Gruyere, su homólogo francés, informaron el lunes sobre su intención de apelar la decisión.
Para ellos, el gruyere, que beneficia de denominación de origen protegida en ambos países, “es fabricado con cuidado a partir de ingredientes locales y naturales, usando métodos tradicionales que aseguran en nexo entre la región y la calidad del producto final”.
“El queso hecho en Wisconsin no puede reproducir el sabor único del verdadero Gruyere hecho en Suiza o en Francia”, escribieron en su queja original.
Del lado estadounidense, los actores del sector saludaron “una victoria histórica”.
En un comunicado, indicaron que esta decisión “establece un precedente en una batalla mucho más amplia acerca de los nombres de productos alimenticios en Estados Unidos”.
La Unión Europea (UE) trató de obtener protecciones para unos 200 productos asociados a sus territorios (comté, chablis, parmesano, boloñesa, etc.), durante las negociaciones para un tratado de libre intercambio entre Europa y Estados Unidos (Tafta), pero fracasó.
En ausencia de acuerdo, prevalece el caso por caso: si el feta griego o el chablis ya perdieron el combate, Estados Unidos reserva el uso de los términos “roquefort” o “cognac” a productos fabricados en las cercanías de ciudades francesas epónimas.