Estados Unidos debería prepararse para un fuerte aumento en la curva de contagios por COVID-19 después de la festividad del Día de Acción de Gracias, que suscitó el traslado de millones de personas en todo el país, advierten varios expertos.
Siendo el país más afectado del planeta por la pandemia, Estados Unidos registra 266,074 muertes por COVID-19 y el gobierno del presidente Donald Trump ha emitido mensajes contradictorios sobre el uso de mascarillas, el riesgo de los viajes y sobre si el brote está bajo control o no.
El jueves pasado, las familias celebraron el Día de Acción de Gracias, ocasionando que la víspera se movilizaran en avión al menos 1.1 millones de personas, un récord desde que comenzó la pandemia en el país en marzo, según datos de la agencia TSA, responsable de los controles de seguridad en los aeropuertos.
“En dos o tres semanas, podríamos ver un nuevo brote además del brote actual” de nuevas infecciones por coronavirus, advirtió en el canal ABC el inmunólogo Anthony Fauci, director del gubernamental Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
El subsecretario de Salud, Brett Giroir, coincidió con la advertencia de Fauci, en un momento en que se acercan las vacaciones de Navidad con más viajes y reuniones familiares.
Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo contra el coronavirus de la Casa Blanca, se dijo “profundamente preocupada” de que su país esté “entrando en esta oleada post Acción de Gracias”, en el programa “Face the Nation” de la CBS.
Y el cirujano general de Estados Unidos, Jerome Adams, fue igual de tajante: “Quiero ser sincero con el pueblo estadounidense. (La situación) va a empeorar en las próximas semanas”, dijo al programa “Fox News Sunday”.
Ansiosa espera por la vacuna
Del otro lado del Atlántico, miles de trabajadores de la salud marcharon en Madrid en apoyo al sistema de salud pública de España, uno de los países europeos más afectados por la pandemia.
Y en Sri Lanka, guardias abrieron fuego para sofocar un motín en una prisión, donde cuatro reclusos murieron mientras protestaban por una oleada de infecciones de coronavirus.
En Francia, el tribunal administrativo más alto ordenó al gobierno que flexibilizara las reglas que no permitían más de 30 personas en los lugares de culto tras las airadas objeciones de los líderes religiosos.
Alrededor de 9,000 corredores, algunos con máscaras faciales, participaron en la Maratón Internacional de Shanghái, según medios chinos, un evento deportivo poco común de participación masiva.
Y la ciudad de Nueva York dio un nuevo pequeño paso hacia la normalidad luego que el alcalde Bill de Blasio anunciara que las escuelas primarias reabrirán sus puertas para cursos presenciales el 7 de diciembre.
La prensa informó el domingo que los primeros envíos de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19, uno de los primeros laboratorios en asegurar una alta efectividad, junto con el de Moderna, habían llegado a Estados Unidos desde un laboratorio de la empresa en Bélgica.
Pfizer pretende realizar una distribución rápida de su vacuna una vez que reciba la aprobación de Estados Unidos, que se espera para el 10 de diciembre, informaron el Wall Street Journal y otros medios.
Las vacunas de Pfizer y Moderna, que aseguran tener alrededor de 95% efectividad, han introducido un rayo de esperanza muy necesario tras meses de noticias sombrías.
“Así es como venceremos a la pandemia. Es la luz al final del túnel”, dijo a CNN Giroir, el funcionario estadounidense que supervisa los test de coronavirus.
Pero al igual que Fauci y los otros científicos, expresó serias preocupaciones sobre los meses inmediatamente venideros.
“Alrededor del 20% de las personas hospitalizadas actualmente tienen COVID, por lo que este es un momento realmente peligroso”, dijo.
Europa lucha por reabrirse
Hasta que no se haya vacunado a un gran número de estadounidenses (Giroir dijo que la mitad de la población elegible podría serlo en marzo), mucho dependerá de que se tome precauciones, incluido el uso de mascarillas y el distanciamiento, sostuvo, coincidiendo con Fauci.
Giroir dijo que podría tomar hasta el segundo o tercer trimestre del próximo año para que la mayoría de los estadounidenses estén vacunados, pero destacó que los beneficios sustanciales se acumularán mucho antes.
Al vacunar primero a los que están en mayor riesgo, dijo, “podemos obtener un 80% del beneficio de la vacuna inmunizando sólo a un pequeño porcentaje de la población”.
Adams también comunicó un optimismo cauteloso: “Estamos a pocas semanas de comenzar a vacunar a los vulnerables y podemos proteger significativamente a las personas que están en riesgo de contraer este virus. Habrá que esperar un poco más”.
El nuevo coronavirus ha matado al menos a 1′453,074 personas en todo el mundo desde que surgió el primer brote en China en diciembre pasado, según un recuento de fuentes oficiales compilado por AFP a las 11H00 GMT del domingo.
Europa cruzó el sábado la barrera de los 400,000 muertos, llegando a 400,649.
Alemania, que alguna vez fue un faro de esperanza en la pesadilla del coronavirus en Europa, llegó a más de un millón de casos el viernes, pero Bélgica e Irlanda anunciaron un alivio de las restricciones.