Las autoridades de salud de Estados Unidos provocaron una ola de confusión después de publicar nuevas pautas sobre cuándo aplicar pruebas de detección de coronavirus, afirmando que no son necesarias para aquellos que han estado en contacto cercano con personas infectadas.
La nueva guía se publicó a principios de esta semana en el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), una agencia federal.
Anteriormente, los CDC habían aconsejado a los departamentos de salud locales que hicieran pruebas a las personas que hayan estado a menos de metro y medio (6 pies) de una persona infectada durante más de 15 minutos, pero el lunes se cambió una página de los CDC donde se ofrece una descripción general de las pruebas, para decir ahora que ya no se recomienda hacerse la prueba a las personas sin síntomas que hayan estado en situaciones de contacto cercano con enfermos del virus.
Sin embargo, se hizo una salvedad: es posible que se recomiende la prueba para aquellas personas con problemas de salud que los hacen más propensos a sufrir una enfermedad grave a causa de una infección, o si su médico o funcionarios estatales o locales aconsejan que se hagan la prueba.
Los funcionarios de los CDC remitieron todas las preguntas a la organización matriz de la agencia, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés) en Washington, D.C. Eso parecía indicar que el HHS ordenó el cambio, no los CDC, dijo Jennifer Nuzzo, investigadora de salud pública de la Universidad Johns Hopkins.
Luego de que el cambio se ventiló en Twitter, desatando dudas y alarma, los funcionarios del HHS enviaron un correo electrónico el miércoles explicando que la pauta se revisó “para reflejar la evidencia actual y la mejor manera de las autoridades de cuidar la salud pública”, pero no detallaron cuáles eran las nuevas pruebas.