Los hogares estadounidenses no terminan de ver aumentos en los precios, un tema prioritario para Joe Biden, cuando se espera que la inflación del mes de mayo, que se conocerá este viernes, siga elevada pero en espera de signos tranquilizantes de la desaceleración iniciada en abril.
Bien se trate de llenar el tanque de gasolina, de llenar el carrito del supermercado o de comprar tiquetes de avión, el poder adquisitivo de los hogares estadounidenses se ha visto fuertemente afectado.
Los datos de la inflación del mes de mayo en Estados Unidos se darán a conocer el viernes a las 08:30 locales (12:30 GMT), pero la Casa Blanca había anunciado desde el miércoles que la cifra se mantendría elevada.
La cuestión, sin embargo, será conocer si la lenta desaceleración observada en abril se ha mantenido en mayo o si el alza de precios vuelve a lo más alto.
El mes pasado la inflación se había desacelerado un poco en los últimos 12 meses. Pero, a un ritmo de 8.3%, aún permanecía muy cerca de su más alto nivel en cuatro décadas, registrado en marzo con el 8.5%.
Comparando esta alza de precios con la cifra de marzo, la inflación se había incluso moderado fuertemente, al registrar una variación de 0.3% contra el 1.2%. Sin embargo en mayo, estas cifras podrían de nuevo acelerarse, según un panel de analistas que proyecta el 0.7%.
La inflación “será impulsada por los precios de la gasolina y de los alimentos”, anticipó Ian Shepherdson, jefe economista de Pantheon Macroeconomics, que espera “nuevas alzas de las tarifas del transporte aéreo y de las acomodaciones hoteleras”.
Costo del transporte marítimo
La inflación, desesperadamente alta, inquieta a Joe Biden a solo unos meses de una cita electoral crucial pues se renovará una gran parte de los elegidos al Congreso estadounidense.
“Una de las razones por las que los precios aumentaron es que un puñado de empresas que controlan el mercado aumentaron el transporte (marítimo) hasta el 1,000%. Es escandaloso - y yo llamo al Congreso a que sea duro”, reaccionó en un tuit el jueves el presidente estadounidense.
La Cámara de representantes debe votar la próxima semana un proyecto de ley, que ya fue adoptado en marzo por el Senado, dirigido a “reducir los costos y a aliviar las cadenas de aprovisionamiento, reformando las prácticas desleales del transporte”, dijo el jueves el jefe demócrata de la Cámara alta, Chuck Schumer.
El texto precisa que el precio de un contenedor de 40 pies pasó de tener un precio promedio de US$ 1,300, antes de la pandemia, a US$ 11,000 en setiembre del 2021.
“El consumidor estadounidense es el que paga ese precios”, lamentó Chuck Schumer.
Para la oposición republicana, sin embargo, es la política económica del presidente demócrata la que condujo a esta inflación inédita desde inicios de los años ochenta.
Las dificultades mundiales de aprovisionamiento provocaron una disparada de los precios en todo el mundo, acentuado en Estados Unidos por la escasez de mano de obra, en el mismo momento en el que generosas ayudas financieras giradas por el gobierno estimulaban la demanda.
Acto seguido, la guerra en Ucrania exacerbó el fenómeno, haciendo subir los precios de la gasolina y de la alimentación.
Frenar la demanda
Es ahora que la Fed tiene en sus manos algunas cartas para actuar. Su principal tarea es la de frenar la demanda de parte de consumidores y de las empresas.
Para esto, la Fed sube de manera progresiva sus tasas de referencia, presionando así a la banca comercial a proponer a sus clientes créditos a tasas más elevadas. La institución debería proceder a un nuevo aumento el 15 de junio y otro a fines de julio.
La inflación “probablemente se desaceleró en mayo, pero las alzas de precios se mantuvieron altas, dejando a la Fed sobre la ruta a una normalización” de su política monetaria, resume Rubeela Farooqi, jefe economista para High Frequency Economics.
La lucha contra la inflación sin embargo, presenta el riesgo de afectar a la economía estadounidense, incluso haciendo temer una recesión y que el paro vuelva a aumentar.
El Banco Mundial (BM) alertó esta semana sobre los riesgos de una “estanflación” a nivel mundial, es decir “un periodo prolongado de poco crecimiento y de inflación elevada”.
Otra medida de la inflación, el PCE, publicado por el departamento de Comercio y privilegiado por la Fed, el cual se publica un poco mas tarde cada mes, también se desaceleró en abril al 6.3% en 12 meses, y los datos de mayo serán publicado el 30 de junio.