Jamie Dimon, presidente y presidente ejecutivo de JPMorgan Chase & Co describió los retos a los que se enfrenta la economía estadounidense como un “huracán” en el camino e instó a la Reserva Federal a tomar medidas contundentes para evitar que la mayor economía del mundo entre en recesión.
Los comentarios de Dimon se producen un día después de que el presidente Joe Biden se reuniera con el presidente de la Fed, Jerome Powell, para hablar de la inflación, que está rondando máximos de 40 años.
“Es un huracán”, dijo Dimon en una conferencia bancaria, añadiendo que la situación actual no tiene precedentes. “Ahora mismo hace un poco de sol, las cosas van bien. Todo el mundo piensa que la Fed puede manejar esto. Ese huracán está ahí fuera, en la carretera, viniendo hacia nosotros. Solo que no sabemos si es uno menor o la supertormenta Sandy”, añadió.
La Fed se encuentra bajo presión para frenar una tasa de inflación que triplica su objetivo del 2% y que ha provocado un aumento del costo de vida de los estadounidenses. Se enfrenta a la difícil tarea de amortiguar la demanda lo suficiente como para frenar la inflación sin provocar una recesión.
“La Fed tiene que hacer frente a esto ahora con una subida de tasas y un ajuste cuantitativo (QT, por sus siglas en inglés). En mi opinión, tienen que hacer un QT. No tienen otra opción porque hay mucha liquidez en el sistema”, dijo Dimon.
Los principales bancos centrales, que ya están planeando alzas de tasas en su lucha contra la inflación, también están preparando una retirada común de los principales mercados financieros en una primera ronda de ajuste cuantitativo mundial que se espera que restrinja el crédito y añada tensión a una economía mundial ya desacelerada.
La batalla contra la inflación se ha convertido en el punto central de la agenda de junio de Biden, en medio de una caída en los sondeos y antes de las elecciones legislativas de noviembre.
Charlie Scharf, presidente ejecutivo de Wells Fargo & Co, el cuarto mayor prestamista de Estados Unidos, advirtió por su parte que a la Fed le resultará “extremadamente difícil” gestionar un aterrizaje suave de la economía.
Según indicó, Wells Fargo está viendo un impacto directo de la inflación en el gasto de los consumidores, sobre todo en combustible y alimentos.
“El escenario de un aterrizaje suave es (...) extremadamente difícil de lograr en el entorno en el que nos encontramos hoy”, dijo Scharf. “La economía tiene que desacelerarse para domar la inflación. Si hay una breve recesión, que no es tan profunda (...) habrá algo de dolor al atravesarla, pero en general todo el mundo saldrá bien de ella”.
Scharf afirmó que, aunque el gasto general de los consumidores es fuerte, el crecimiento se está ralentizando.
“Las empresas siguen gastando y, cuando pueden, aumentan los inventarios (...) Esperamos que el consumidor y, en última instancia, las empresas se debiliten, lo que es parte de lo que la Fed está intentando diseñar, pero esperamos que de forma constructiva”, añadió.
Los últimos informes y encuestas de la Fed indican que los hogares se encuentran en una posición financiera sólida, que las familias trabajadoras están bien y que el desempleo se encuentra en niveles más parecidos a los años de auge de los 50 y los 60.
Los salarios de muchas ocupaciones poco cualificadas están aumentando y las cuentas bancarias, por término medio, siguen repletas de dinero procedente de los programas de ayuda por el coronavirus.
No obstante, la confianza ha disminuido y en una reciente encuesta de Reuters/Ipsos la economía encabezaba la lista de preocupaciones de los encuestados.