Estados Unidos concluyó que las tropas rusas han cometido crímenes de guerra en Ucrania, una afirmación que puede llevar a enjuiciamientos penales en cortes estadounidenses y a otros procesos a nivel internacional.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció en un comunicado que el Gobierno había terminado su revisión interna sobre lo ocurrido en Ucrania y puede determinar que “miembros de las fuerzas rusas han cometido crímenes de guerra en Ucrania”.
Blinken informó que la revisión interna se basó en datos de las agencias de inteligencia e información pública.
Explicó que el Gobierno estadounidense seguirá recolectando información sobre posibles crímenes de guerra y compartiéndola con sus aliados y otras instituciones internacionales ante posibles procesos en el futuro para que los autores rindan cuentas ante la Justicia.
Blinken aseguró que Washington usará “todas las herramientas disponibles” para que los responsables sean enjuiciados y mencionó la posibilidad de procesos por la vía penal.
Poco después del anuncio, la embajadora especial de Estados Unidos para Justicia Criminal Global, Beth Van Schaack, subrayó que “es extremadamente importante continuar documentando lo que ocurre sobre el terreno para preservar esa información como pruebas potenciales para futuros propósitos de rendición de cuentas”.
“No queremos que esas pruebas se vean alteradas”, afirmó desde el Departamento de Estado.
Tanto Blinken como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya habían acusado a las fuerzas rusas de cometer crímenes de guerra en Ucrania; pero el Departamento de Estado no había hecho hasta este miércoles una declaración formal contra Rusia por haber cometido crímenes de guerra.
El titular de Exteriores aseguró que, desde que Rusia inició la invasión el 24 de febrero, sus tropas han dirigido ataques contra objetivos que “claramente” estaban siendo usados por civiles, como edificios de apartamentos, escuelas, hospitales, centros comerciales y ambulancias.
Hizo referencia, por ejemplo, a un hospital de maternidad y un teatro de la ciudad portuaria de Mariúpol, donde los duros enfrentamientos mantienen bloqueados desde hace dos semanas a más de 100,000 civiles en condiciones infrahumanas.
Por petición de casi 40 países, la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI), a la que no pertenece Estados Unidos, ya abrió una investigación en Ucrania por crímenes de guerra y de lesa humanidad.