Una invasión rusa a Ucrania podría “ocurrir en cualquier momento”, incluso antes del final de los Juegos Olímpicos de Pekín programado para el 20 de febrero, señaló el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
“Seguimos viendo signos de escalada rusa, incluida la llegada de nuevas fuerzas a la frontera con Ucrania”, declaró. Sin embargo, Washington “no está diciendo” que el presidente ruso Vladimir Putin haya tomado ya la decisión de invadir, agregó.
“Una invasión podría ocurrir en cualquier momento si Vladimir Putin decide ordenarla”, indicó. “Podría comenzar durante los Juegos Olímpicos, pese a que se especula mucho que solo ocurrirá después de los Juegos”.
Washington considera que existe una “posibilidad muy clara” de que Rusia invada Ucrania, pero desconoce si el líder ruso tomó la “decisión final”, destacó Sullivan.
“La forma en que ha acumulado sus fuerzas y las ha posicionado en el lugar nos deja claro que hay una posibilidad muy clara de que Rusia escoja actuar militarmente”, declaró en la Casa Blanca.
“Nuestra opinión es que no creemos que haya tomado ninguna decisión final, o no sabemos que la haya tomado”, sopesó.
La Casa Blanca señaló este viernes que un potencial ataque inminente de Rusia a Ucrania podría comenzar con un “bombardeo aéreo y ataques con misiles que obviamente matarían a civiles”.
En ese panorama, exhortó a los ciudadanos estadounidenses a abandonar Ucrania “en las próximas 24 a 48 horas”.
La amenaza de una invasión rusa a Ucrania ha servido, en paralelo, para unificar a la alianza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“La OTAN se ha fortalecido. La Alianza está más cohesionada, más decidida y más dinámica que en cualquier otro momento de nuestra memoria reciente”, apuntó Sullivan en la sesión informativa.
Rusia ha pedido la retirada de la OTAN de Europa del Este para desescalar el conflicto, a lo que Occidente se niega.
Las tensiones entre Washington y Moscú están en su pico más alto desde la Guerra Fría. Estados Unidos asegura que unos 130,000 soldados rusos están agrupados en docenas de brigadas de combate cerca de la frontera con Ucrania, lo que hace temer a los países occidentales que prepare una invasión.
Por su parte, el Kremlin niega estas acusaciones y defiende su derecho a situar las tropas en su territorio como estime necesario.