Cuba comenzará el jueves los intercambios con expertos de la OMS para el reconocimiento de sus vacunas antiCOVID Abdala y Soberana 02, un proceso que “facilitará” la comercialización de ambos inmunizantes en otros países, anunció este miércoles un responsable del grupo estatal BioCubaFarma.
El director de Ciencia e Inovación de BioCubaFarma, Rolando Pérez, explicó que los especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), examinarán “la seguridad, inunogenicidad y eficacia (de ambas vacunas) demostradas en los ensayos clínicos” realizados en la isla.
Citado por la página de internet del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana (CIGB), Pérez precisó que ese intercambio “no limita la comercialización de los inmunógenos en otros países, lo cual es competencia de las agencias reguladoras” nacionales, “pero sí facilitará la entrada al mercado de otras naciones, una vez cubiertas las necesidades de la isla”.
Aún sin el reconocimiento de la OMS, algunos países como Argentina, Irán, Venezuela y México han mostrado interés en las vacunas cubanas.
Bajo embargo de Estados Unidos desde 1962, Cuba comenzó a desarrollar sus propias vacunas en la década de 1980 y cuenta con tres inmunizantes propios contra el coronavirus, las primeras de América latina: Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus.
Según los científicos cubanos, tanto Abdala como Soberana 02 tienen una eficacia superior al 90% contra la aparición de síntomas de la enfermedad.
Las vacunas cubanas se basan en una proteína recombinante, la misma técnica en la que están trabajando la empresa estadounidense Novavax y la francesa Sanofi.
Cuba, que enfrenta el momento más crítico de la pandemia, comenzó a inmunizar el 3 de setiembre a su población entre 2 y 18 años con esas dos vacunas, una campaña única en el mundo, como parte de una estrategia que pretende que el 92.6% de los 11.2 millones de cubanos tenga las tres dosis de la inmunización en noviembre próximo.
En mayo, cuando inició la campaña de vacunación en adultos, el gobierno se propuso suministrar el antiviral al 70% de la población hasta agosto y completar el 100% en diciembre, pero actualmente sólo 4.3 millones de cubanos están inmunizados (38.5%). Debido a este retraso, Cuba empezó a usar también a finales de agosto la vacuna china Sinopharm.
Cuba había logrado manejar la crisis sanitaria hasta que en julio la variante delta disparó el número de casos y de fallecidos, poniendo en jaque a sus servicios de salud. Hasta este miércoles la isla registraba 768,497 casos y 6,523 muertos.