China finalmente aprende a vivir con el coronavirus y en las redes sociales ya nadie se avergüenza de decir que tiene COVID-19. Antes era un tema tabú.
Durante mucho tiempo las personas ocultaban haber contraído el coronavirus. Incluso los pacientes que se recuperaban por completo se encontraban aislados socialmente y discriminados en su búsqueda de empleo, ya que reinaba la estricta política del “cero covid”, en vigor desde hacía casi tres años.
Pero la semana pasada las autoridades dieron un vuelco levantando la mayoría de las restricciones sanitarias, en particular las pruebas PCR casi obligatorias varias veces por semana y cerrando los centros de cuarentena para todos las personas positivas al virus.
Inmediatamente, una ola de casos se extendió por todo el país, y dar positivo al covid se convirtió en algo común y asumido.
“Al tercer día de mi regreso a la oficina di positivo”, cuenta una residente de Pekín en Xiaohongshu, la versión china de Instagram, publicando una foto de su prueba antigénica marcada con dos barras rojas.
“Tengo fiebre”, escribe otro internauta, mientras que publicaciones similares en las redes sociales se cuentan por millares desde hace una semana.
También en Xiaohongshu, la influyente pekinesa “Mm”, conocida por compartir en línea sus compras de lujo, no dudó en hacer saber a sus suscriptores que ella también tenía covid.
“No da mucho miedo, solo hay que adaptarse y beber más agua”, aconseja, enumerando todos sus síntomas, junto con una foto de un ramo de rosas.
El virus es seguro, afirman las autoridades
Recetas de tratamientos caseros, de dudosa eficacia científica, también se volvieron virales.
Uno recomienda naranjas al vapor con sal para aliviar el dolor de garganta, mientras que otro propone el consumo de melocotones amarillos enlatados, un tratamiento tradicional para los niños chinos enfermos.
Esto empuja a los medios de comunicación estatales a advertir a la población contra las recetas de abuela frente al virus.
Celebridades y figuras públicas también anunciaron públicamente su contagio, como el magnate inmobiliario Wang Shi, que explicó a sus 22 millones de suscriptores la semana pasada que era “un caso asintomático”.
En internet, los memes sobre la ola de casos se multiplican. “Antes era compra verduras y prepárate para ser confinado. Ahora es compra medicamentos y prepárate para la fiebre”, destaca una publicación compartida cientos de veces en Weibo, el Twitter chino.
El cambio de tono en línea refleja el nuevo discurso de los últimos días de las autoridades y los medios de comunicación estatales, que aseguran que el virus es seguro, después de haber afirmado lo contrario durante casi tres años.
Pero China sigue sin estar preparada para afrontar un fuerte aumento de los casos de covid, mientras que millones de personas mayores aún no están completamente vacunadas, frente a una variante ómicron muy contagiosa.
Pero compartir su experiencia de enfermo de coronavirus también puede acarrear consecuencias negativas
Esta semana la periodista china Lv Ziyuan publicó un video que la mostraba siendo tratada en un hospital a pesar de sufrir de síntomas leves. Los internautas gritaron al escándalo, considerando que estaba abusando de los escasos recursos del sistema de salud.
La frase “Lv Ziyuan debería abandonar su cama de hospital” se convirtió rápidamente en viral en Weibo, antes de ser censurada.