Un grupo de medio centenar de conductores chilenos de Uber iniciaron este lunes las consultas ante la Dirección del Trabajo de la ciudad de Viña del Mar (centro) para conformar el primer sindicato de esta aplicación de transporte urbano de pasajeros en su país.
Los conductores basan su pretensión en que existen "restricciones y condiciones" que impone Uber para aceptarlos, lo cual garantizaría la existencia de una relación contractual, uno de los principales requisitos que la norma laboral local exige para permitir la conformación de un sindicato, explicó Javier Schlack, vocero de los conductores, a radio Cooperativa.
Asimismo, los conductores afirman que al existir esta relación, deben ser reconocidos como trabajadores y no independientes, tal como ocurre actualmente en Uber.
"Como trabajadores, estamos sujetos a las leyes laborales como todos los trabajadores en Chile", explicó el vocero.
Los conductores se quejan que Uber les aplica sanciones como la desvinculación de la aplicación sin derecho a apelación ni indemnización.
La Dirección del Trabajo deberá determinar si los conductores están en condiciones de formar el sindicato.
El gobierno chileno considera que aplicaciones como Uber y empresas rivales como Cabify o Beat funcionan al margen de la ley. Por eso lanzó el año pasado un proyecto de ley que regula estas compañías y que se debate actualmente en el Congreso.
El proyecto obliga a los conductores a tener una licencia profesional, además de mejorar la relación laboral entre éstos y las empresas.
Los sindicatos de taxistas rechazan la norma y acusan a las aplicaciones de operar ilegalmente con precios más bajos, lo que ocasionó pérdidas de hasta un 50% en los ingresos de los conductores regulares.