China habilitó siete plantas procesadoras de soja de Argentina para recibir sus cargamentos de harina de la oleaginosa, informó el Gobierno del país austral, en un nuevo paso para iniciar el comercio entre dos jugadores clave en el mercado mundial del producto.
Pese a ser el mayor exportador mundial de harina de soja, Argentina tenía vedado el acceso al mercado de China -el principal comprador global de alimento animal como la harina de la oleaginosa- hasta hace dos semanas, cuando se anunció el acuerdo entre los dos países en medio de la guerra comercial de China con Estados Unidos.
“Este logro histórico nos permite comerciar con el mayor consumidor mundial de proteína vegetal y consolida a nuestro país como el principal exportador de harina y aceite de soja del planeta”, dijo el ministro argentino de Agricultura, Luis Etchevehere.
Las plantas habilitadas, según el comunicado, son Bunge Argentina, LDC Argentina, Cargill, Molinos Río de la Plata, Renova, T6 -de la argentina AGD y Bunge- y COFCO International Argentina, que fueron inspeccionadas en agosto por funcionarios chinos.
En los primeros ocho meses del año Argentina exportó 16.3 millones de toneladas de harina de soja, por un total de US$ 5,200 millones. En el 2018, el país sumó embarques del derivado por 24.2 millones de toneladas, por un total de US$ 9,190 millones, y los principales destinos fueron Vietnam e Indonesia.