“Chile merece recuperar su tradición ferroviaria”, dijo el presidente Gabriel Boric durante su primera comparecencia ante el Congreso dos meses y medio después de su asunción el pasado 11 de marzo, proyectando triplicar el número de pasajeros hacia el 2026.
Según el mandatario, su proyecto de desarrollo ferroviario “recoge el anhelo transversal histórico de millones de personas...para contar con una amplia red de trenes para Chile”.
Boric destacó este punto en su propuesta de transporte y conectividad para el país austral, de una longitud de 4,500 km de norte a sur y que apenas cuenta con algunos cientos de kilómetros de tendido ferroviario.
El transporte en Chile principalmente se realiza a través de las largas autopistas que recorren casi la totalidad del país de norte a sur o, en caso de carga mayoritariamente, el acceso naval entre sus puertos.
“Este plan contempla desplegar servicios de pasajeros urbanos y suburbanos, y avanzar gradualmente en la construcción de servicios interregionales de pasajeros en distancia media y larga. También contempla nueva infraestructura para servicios de carga y eleva el estándar de calidad en sus operaciones actuales”, señaló Boric.
El presidente indicó que el objetivo es triplicar los actuales 50 millones de pasajeros que utilizaron el tren como medio de transporte en el 2019 para llegar a 150 millones en el 2026.
Si bien no ahondó en los detalles de los diferentes proyectos, que estarán disponibles de forma pública en la página web del gobierno, sí puntualizó que ya han comenzado a trabajar en el proyecto que una por ferrocarril Santiago y Valparaíso, uno de los recorridos más frecuentados por los millones de habitantes de la capital y la ciudad portuaria.
Esas son las dos áreas urbanas más pobladas de Chile y aglutinan casi la mitad de los 19 millones de habitantes del país.