Los inversores se refugiaban en el efectivo y los bonos del Tesoro de Estados Unidos, vendiendo oro y acciones, mientras los mercados se preparaban para un viaje accidentado a medida que los bancos centrales suben las tasas de forma agresiva en medio de la desaceleración del crecimiento económico, dijo BoFA Securities.
Los inversores destinaron US$ 62,600 millones al efectivo y US$ 2,400 millones a los bonos, afirmó en una nota semanal citando datos de EPFR. La semana que terminó el 6 de julio marcó la mayor entrada en bonos del Tesoro estadounidense en ocho semanas, mientras que la renta variable de los mercados emergentes registró la mayor salida en ocho semanas.
“La simple verdad sigue siendo que lo más probable es que el segundo semestre sea de desaceleración del crecimiento y de subida de las tasas”, dijeron los analistas de BofA dirigidos por Michael Hartnett.
“Los mercados bajistas terminan con una recesión o con un acontecimiento que haga que la Fed dé marcha atrás en su política monetaria los mercados bajistas no han terminado y aún no se ha alcanzado el Gran Mínimo”.
Un indicador del mercado que mide el posicionamiento de los inversores se mantuvo en niveles “extremadamente bajistas” por cuarta semana consecutiva. Las salidas de los fondos de renta variable europea se prolongaron hasta su vigésima primera semana, mientras que la deuda de los mercados emergentes lleva ya 13 semanas de salidas.
En otros aspectos destacados, el indicador de volatilidad del mercado de bonos del Tesoro estadounidense se mantuvo por encima de 150 sólo por undécima vez en los últimos 35 años, niveles que coinciden con recesiones o impagos.