Las flores amarillas son una tendencia en estos días de septiembre; sobre todo, cuando está por llegar la temporada de primavera en el hemisferio sur. En México y otros países de la región, es muy popular dar este detalle, pero te has puesto a pensar ¿Cuál es el origen de estos ramos el 21 de septiembre? Más allá de vibrante tonalidad y delicada belleza, aquí profundizaré el lenguaje de estos detalles y por qué se vincula con la llegada de una nueva estación.
El lenguaje de las flores, también conocido como floriografía, es una práctica de la época victoriana que asignaba significados y mensajes específicos a distintos tipos de flores. Se trata de una forma de comunicarse con otras personas para transmitir sentimientos y emociones sin pronunciar una sola palabra. Un sistema fascinante y complejo que ha cautivado a la gente durante siglos y en estas fechas se ha vuelto muy popular obsequiar a alguien.
Las flores amarillas, en particular, tienen un significado único y transmiten mensajes que varían según las culturas y los períodos históricos. Su color vibrante y sus delicados pétalos las convierten en una opción popular para diversas ocasiones y celebraciones.
A lo largo de la historia, las flores amarillas se han asociado a numerosos significados simbólicos. En el antiguo Egipto, por ejemplo, simbolizaban el sol y estaban estrechamente vinculadas a los conceptos de renacimiento y vida eterna. Esta cultura creía que los vibrantes pétalos amarillos representaban la energía vivificante del sol y su capacidad para generar nuevos comienzos.
De manera similar, en la antigua China, las flores amarillas representaban la realeza, la nobleza y el centro del universo. Este color estaba reservado para el emperador, y las flores amarillas se consideraban un reflejo de su poder y autoridad. Se utilizaban a menudo en ceremonias imperiales y adornaban los palacios y jardines de la élite gobernante.
Incluso en tiempos más recientes, las flores amarillas se consideraban un símbolo de riqueza, prosperidad y optimismo. Su color brillante y alegre aportaba una sensación de alegría y abundancia a cualquier entorno. Se creía que tener flores amarillas en la casa o el jardín atraería buena fortuna y energía positiva.
El origen de la tendencia más reciente en TikTok proviene de “Flores Amarillas”, una versión musical de telenovela argentina Floricienta, en la que una joven trabaja como niñera en la casa de la familia Fritzenwalde, ubicada en Florencia. Esta novela, que dio inició en marzo de 2004, cuenta la historia de cómo mueren los padres y el hijo mayor, Federico, tiene que hacerse cargo de sus hermanos. Con el tiempo, se enamora de Floricienta, la niñera.
En temas de ciencia como la psicología, debemos comprender plenamente el simbolismo de las flores amarillas, por eso es esencial explorar la psicología que se esconde detrás de este color. ¿Qué dice la psicología respecto al tema?
El amarillo suele asociarse con sentimientos de alegría, energía y calidez. Es un color que estimula la actividad mental, promueve la creatividad y fomenta el optimismo. La mera visión del amarillo puede evocar emociones edificantes y generar una sensación de felicidad y alegría.
En lo que respecta a la psicología del color, se sabe que el amarillo tiene un profundo impacto en nuestras emociones. Puede levantarnos el ánimo al instante, disipar los pensamientos negativos y fomentar una actitud positiva. La naturaleza vibrante y radiante del amarillo puede evocar sentimientos de alegría, felicidad y entusiasmo. Tiene el poder de iluminar cualquier espacio y crear una atmósfera de calidez y positividad.
Tienen la capacidad de mejorar el estado de ánimo, inspirar risas y crear una sensación de bienestar. La visión de flores amarillas puede hacer sonreír instantáneamente a alguien y llenar su corazón de alegría. Ya sea un ramo de girasoles o un ramo de narcisos, las flores amarillas tienen una forma de transmitir felicidad y positividad.
Los estudios han demostrado que el color amarillo tiene un impacto directo en nuestras emociones. Estimula la liberación de serotonina, un neurotransmisor que desempeña un papel crucial en la regulación de nuestro estado de ánimo. Esta oleada de serotonina puede crear una sensación de felicidad y satisfacción, lo que convierte a las flores amarillas en un regalo ideal para alegrarle el día a alguien o transmitirle buenos deseos.
Su color soleado irradia positividad y optimismo, lo que las convierte en símbolos perfectos de esperanza y alegría. Cuando le regalas flores amarillas a alguien como en un 21 de septiembre,, no solo le estás ofreciendo un hermoso ramo, sino también un recordatorio para que acepte el lado bueno de la vida.
Las flores amarillas suelen asociarse con celebraciones y acontecimientos importantes. Se utilizan habitualmente para expresar felicitaciones, agradecimiento o ánimo. Los vibrantes pétalos amarillos sirven como representación visual de la felicidad y la positividad que trae la ocasión. Ya sea una graduación, un ascenso o para desearle a alguien un feliz cumpleaños , las flores amarillas pueden transmitir tus sinceros deseos y hacer sonreír al destinatario.
En conclusión, la psicología detrás del color amarillo es fascinante como te lo he explicado en este artículo. Su capacidad para evocar sentimientos de alegría, energía y calidez lo convierte en un poderoso símbolo de optimismo y felicidad. De esta manera, regalar flores amarillas un 21 de septiembre, con su naturaleza vibrante y radiante, tienen el poder de mejorar el estado de ánimo, inspirar risas y crear una sensación de bienestar. Ya sea que se regalen para celebraciones o para transmitir cálidos deseos, aportan un toque de sol -por el cambio de temporada primaveral- y positividad a cualquier ocasión.
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