(G de Gestión) Vivimos en un país en el que la corrupción y el crimen son rampantes, donde diariamente nuestras autoridades rompen las reglas, abusan, y dejan en evidencia su poco civismo, ética e integridad. Ni el fútbol se salva. Y lo peor es que la corrupción corrompe.
En este contexto, los equipos de liderazgo en las organizaciones afrontan un gran desafío: alcanzar sus metas sin comprometer sus estándares ni sacrificar sus valores. Crear y sostener una cultura asentada en principios como la ética y la integridad es esencial para aquellas que genuinamente se preocupan por su sostenibilidad y la del país. ¿Cómo asegurar que los líderes y funcionarios de nuestro empresariado —así como los potenciales nuevos integrantes— compartan estos principios que nuestras instituciones en su mayoría carecen?
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Evaluaciones psicométricas
Aplicar el Big 5 Personality Test ayuda a medir rasgos como la responsabilidad, la apertura a las experiencias y la amabilidad, claves para identificar líderes comprometidos con la ética y la integridad. Un alto puntaje en responsabilidad y en apertura a las experiencias usualmente indica que el directivo es confiable y disciplinado, mientras que la amabilidad sugiere empatía y sinceridad, características esenciales para un liderazgo íntegro (1).
Entrevistas estructuradas basadas en valores
Las preguntas deben enfocarse en situaciones pasadas que hayan puesto a prueba los valores de los entrevistados. Preguntas como “Describe el momento más importante en que tus principios se vieron comprometidos. ¿Cuál fue tu proceso de toma de decisiones y de qué manera actuaste? (2)″ permiten evaluar cómo el candidato decide y procede en situaciones reales.
Evaluación de la cultura organizacional y transparencia
Es vital asegurar que la cultura organizacional respalde estos valores de ética e integridad (3). Encuestas de cultura y evaluaciones 360 grados ayudan a entender si las distintas áreas de la empresa están alineadas. Empezando por el directorio hacia afuera, se puede comprobar si este se rige bajo los mismos valores que se espera del resto.
Observación continua y evaluaciones de desempeño
Implementar revisiones de desempeño basadas en valores es apropiado para monitorear si los líderes actúan de acuerdo con los principios de la organización (4). Pueden ser útiles tanto el feedback continuo como los programas de mentoría.
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La adopción integral de este enfoque no solo incrementa la sostenibilidad de las organizaciones sino la del país. Practicar valores de ética e integridad desde la empresa es crear un bastión desde el cual hacer patria, aunque podamos sentirnos desalentados por nuestras circunstancias.
(1) An introduction to the five-factor model and its applications, de Robert R. McCrae y Oliver P. John (Journal of Personality, 60, 2, 1992).
(2) Initial comparisons of patterned behavior description interviews versus unstructured interviews, de Tom Janz (Journal of Applied Psychology, 1982); y Don’t Overlook This Critical Skill When Interviewing Executives, de Aaron Mitchell Finegold y Umesh Ramakrishnan (HBR, 2024).
(3) Paradigm lost: Reinvigorating the study of organizational culture, de Jennifer A. Chatman y Charles A. O’Reilly (Research in Organizational Behavior, 2016).
(4) Managing for Organizational Integrity, de Lynn Sharp Paine (HBR, 1994).
Tiene más de 20 años de experiencia en posiciones de liderazgo en banca, tecnología, recursos naturales, consultoría y como emprendedor. Se especializa en la búsqueda y selección de talento, evaluación de liderazgo y planes de sucesión en los sectores industriales, servicios financieros y servicios de tecnología. Es mentor y emprendedor Endeavor.
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