FOTOS | ¿Qué es lo que convierte a las personas promedio en personas de alto rendimiento que pueden impulsar a una empresa a sus mejores resultados? Según el autor más vendido y entrenador de rendimiento Brendon Burchard, los pasos son engañosamente fáciles. Él aboga por el desarrollo de seis “hábitos de alto rendimiento” que son: (según Entrepreneur)
1. Buscan claridad
A diferencia de hacer declaraciones motivacionales todo el tiempo, las personas de alto rendimiento aprenden a escuchar, observar y hacer preguntas. Buscan comprender todos los lados de una historia y ver cada situación laboral desde el punto de vista de los demás.
- Resultado: Una cultura fortalecida.
2. Tienen una energía infecciosa
Las personas de alto rendimiento desarrollan la capacidad de mantener alta su propia energía y elevar el interés y la resistencia de los demás a su alrededor.
- Resultado: Un crecimiento sostenido.
3. Buscan problemas
Los individuos de alto rendimiento aprenden a observar habitualmente los desafíos que surgen y a considerar las formas de aliviarlos o corregirlos en lugar de aceptar sin pensar o habituarse al status quo diciendo cosas como “Es lo que hay” o “No estamos ‘tan peor’”.
- Resultado: Una mayor innovación.
4. Buscan una forma más fácil de hacer las cosas
Quizás no sea sorprendente que las personas que aumentan su productividad experimenten una gran satisfacción y confianza. El tiempo pasa volando cuando tienes una sensación de logro y orgullo en tus resultados.
- Resultado: Para la organización, por supuesto, este hábito conduce a un mayor retorno de inversión (ROI).
5. Comparten lo que han aprendido
Las personas con mejor desempeño no se contentan con operar dentro de un vacío, sino que comunican sus lecciones de manera proactiva (tanto buenas como malas) con una intención genuina de elevar a los demás.
- Resultado: Este hábito influye en los demás para siempre. También reduce el comportamiento político y protector, tanto dentro como fuera de la organización.
6. Demuestran coraje
Este es el hábito al que algunos se refieren como la voluntad de "exponerse", incluso cuando es difícil o arriesgado hacerlo. Hablar por un colega o defender una posición impopular requiere valor.
- Resultado: Hacerlo de manera regular produce un impulso colectivo ya que otros están inspirados y obligados a unirse.
Efectos duraderos de los hábitos de alto rendimiento
No es difícil ver cómo forjar conscientemente estos hábitos hará crecer una organización. Pero aquí está la sorpresa: si bien puede parecer un trabajo tedioso practicar estos hábitos, Burchard ha notado que después de 3 mil sesiones de entrenamiento de su Instituto de Alto Rendimiento (HPI) en 46 países, que los participantes logran puntajes promedio de desempeño de 9.6. Independientemente de las habilidades que entren en el programa o la región del mundo, incluso con un poco de práctica constante, todos los que practican los hábitos sobresalieron. Una fuerza laboral de alto rendimiento, por supuesto, produce un alto compromiso, una cultura fortalecida y una organización de mayor rendimiento.
Pero ahora para la mayor sorpresa: la investigación de 174,054 participantes en 190 países muestra una correlación directa entre los hábitos de alto rendimiento y la felicidad, la confianza y la satisfacción en el trabajo y la vida también. Esto es cierto a pesar de trabajar más duro y lograr más que antes. Un segundo estudio reitera este hallazgo y descubre que los participantes entrenados en estos hábitos aumentaron sus ingresos y la calidad de sus relaciones interpersonales (áreas que generalmente se consideran mutuamente excluyentes, ya que la suposición común es que más ingresos y logros profesionales conducen a una disminución de atención a las relaciones con los demás). El impacto profesional, la calidad del trabajo y la satisfacción con la vida aumentan significativamente en cantidades casi iguales (.58, .60 y .62, respectivamente).
La conclusión es clara: para una vida más feliz y una carrera más exitosa, aprende y practica estos seis hábitos cada día.