Quien asuma la presidencia de la República el 28 de julio próximo, deberá enfrentar la crisis sanitaria y económica del país con cuentas fiscales mucho menos holgadas que en años anteriores. Y es que la atención de la pandemia obligó al Gobierno a hacer uso de gran parte de los recursos disponibles del Estado.
Esta situación se observa en el resultado del déficit fiscal del 2020, que cerró en 8.9% del producto bruto interno (PBI), por el incremento del gasto que se financió usando los ahorros del fondo de estabilización fiscal (FEF) y con endeudamiento.
Para este año, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) estima un déficit fiscal de alrededor de 5%, aunque el Banco Central de Reserva (BCR) cree que será menor y espera un 4.4% del PBI (ver gráfico).
Es decir, hay menores recursos para financiar los gastos que demanda la emergencia. “Estamos peor que antes, pero en términos relativos con otros países, seguimos siendo de los más fuertes”, explica el exministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva.
En esa línea, el economista director de Macroconsult, Elmer Cuba, coincide con Oliva, y señala que en la foto con otros países, las cuentas peruanas siguen siendo fuertes, lo que se puede apreciar en la calificación de riesgo de los bonos soberanos.
Espacio fiscal
En este escenario, ¿cuál es el espacio fiscal que tendrá el próximo Gobierno para tomar acciones? Aquí Oliva y Cuba discrepan. Para el primero, existe un margen bastante limitado, y para el segundo, sí existen los recursos, incluso para otorgar bonos.
Carlos Oliva señala que en estos momentos es complicado expandir el gasto este año porque ya se tiene el presupuesto armado y el margen de maniobra no es muy grande. Aunque se podría sacar un decreto de urgencia reasignando los recursos de un sector a otro.
Respecto del uso de los depósitos fiscales del Gobierno, el exministro refirió que la mayor parte de esos recursos ya están asignados. “Tendrían que quitarle recursos, por ejemplo, a gobiernos regionales y locales, y estas entidades no lo van a permitir”, precisó.
Sin embargo, Elmer Cuba considera que estos recursos sí pueden ser utilizados, lo que permitiría financiar nuevos bonos para las familias en la segunda mitad del año por la demora de la vacuna.
“El espacio fiscal está porque tenemos miles de millones depositados como ahorros propios y por capacidad de endeudamiento”, dijo y añadió que el nuevo Gobierno debe preparase para una probable tercera ola y una nueva cuarentena.
En lo que sí coincidieron ambos es en que se requiere tener una senda de consolidación fiscal creíble para mantener la fortaleza. Una de las principales tareas del nuevo Gobierno será definir cómo se reducirá el déficit fiscal para que regrese a estar en alrededor de 1% del PBI.
LAS CLAVES
- Recaudación. Cuba afirmó que el 2022 la recaudación mejorará por récord de utilidades mineras.
- Decisiones. Para Oliva, las decisiones de política fiscal implican asegurar el crecimiento, la recaudación y gasto controlado.
- Riesgo. El mantener el déficit alto en los próximos años significaría una reducción de la calificación de Perú.
El 2022 habría unos S/ 12,000 millones disponibles
De acuerdo con Carlos Oliva, el nuevo Gobierno tendrá entre sus acciones principales el priorizar el gasto en el 2022, pues a nivel de presupuesto se tendrá un crecimiento “natural” que sería aproximadamente de 6%, con un crecimiento del PBI de 4%.
“Eso significa unos S/ 12,000 millones más para el próximo año, y si se corta de otros lados, pueden tener unos S/ 5,000 millones más. Al final, el nuevo Gobierno puede tener unos S/ 20,000 millones para priorizarlos en lo que quiera”, refirió.
Además, recordó que el financiamiento del déficit fiscal se hace a través del endeudamiento público y es por ello fundamental mantener reglas fiscales claras y evitar que la deuda supere el 40% del PBI. Actualmente está en 35%.
Tener una deuda mayor al 40% del PBI haría que el país pague intereses más altos y con ello reduciría su capacidad de gasto, pues se destinaría más dinero al pago de la deuda.