En medio de una caída global de los bonos y cuando las preocupaciones sobre la inflación se extienden por todo el mundo, los swaps de América Latina han dado un giro repentino e inesperado.
Las tasas en Colombia y Chile se desplomaron esta semana después de que los bancos centrales de ambos países adquirieran una postura sorprendentemente moderada en las últimas reuniones de política monetaria. Chile subió su tasa de referencia menos de lo que esperaba la mayoría de los analistas y dio señales de que los aumentos serán más pequeños en el futuro, mientras que Colombia conmocionó a los mercados con un aumento de la tasa más pequeño de lo que cualquier economista había anticipado.
Los hechos emulan lo que sucedió en Brasil apenas dos semanas antes, cuando los encargados de formular la política monetaria señalaron que el próximo aumento de tasas sería el último, lo que provocó un cambio rápido de precios en el mercado de derivados. Significa que gran parte del continente contrasta ahora con el aumento de los rendimientos en Estados Unidos y Europa, donde los responsables de la política monetaria han sido mucho más lentos a la hora de subir las tasas.
“Parecen menos dispuestos que antes a actuar agresivamente frente a los crecientes riesgos de inflación”, escribió en una nota William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics.
Si bien las tasas cayeron en algunas de las economías más grandes de América Latina, los bonos del Tesoro de EE.UU. terminaron su peor trimestre desde al menos principios de la década de 1970, afectados por las expectativas de una serie de aumentos de tasas de interés más agresiva por parte de la Reserva Federal. La Fed comenzó a subir las tasas en marzo y se espera que siga haciéndolo de manera constante durante el resto del año.
Los primeros, otra vez
Los bancos centrales latinoamericanos estuvieron entre los primeros en comenzar a subir las tasas el año pasado, y Brasil ha elevado su tasa de referencia de 2% a 11,75%. Ahora, los operadores anticipan que también serán los primeros en detenerse.
En Chile, Colombia y Brasil, las tasas de swaps están indicando que la inflación se desacelerará acercándose a los objetivos de los bancos centrales, lo que les permitirá suavizar el endurecimiento de su política monetaria.
La tasa de swaps a dos años de Chile ha caído 93 puntos básicos hasta el 7,11% desde el martes, cuando el banco central subió la tasa en 150 puntos básicos hasta el 7%, el mínimo esperado por los analistas. Las estimaciones de los economistas oscilaron entre 150 y 200 puntos básicos, mientras que la curva de swaps había descontado las posibilidades de una variación aún mayor.
La sorpresa en Chile llevó a los operadores a anticipar la posibilidad de que Colombia también adoptaría un enfoque más moderado, lo que arrastró a la baja la tasa de swaps antes de la reunión del banco central realizada el jueves por la tarde. La tasa de swaps de IBR a dos años cayó 27 puntos básicos el miércoles, 21 al día siguiente y otros 47 el viernes, finalizando la semana en 7,90%.
Los encargados de la política monetaria de Colombia elevaron las tasas en solo 100 puntos básicos al 5%, medio punto menos que la mediana de los pronósticos. Desde entonces, los operadores redujeron sus expectativas para la tasa de referencia a seis meses, desde más del 9% a 8,3%.
La tasa de swaps de Brasil ha estado cayendo desde la última decisión del banco central sostenida el 16 de marzo, cuando los responsables de la formulación de la política monetaria indicaron que planeaban poner fin al ciclo de restricción con un alza final de 100 puntos básicos en mayo. El contrato que vence en enero de 2025 ha caído 112 puntos básicos desde entonces y el extremo corto de la curva ahora solo descuenta 40 puntos básicos en aumentos posteriores a mayo, por debajo de los 115 puntos básicos de principios de marzo.