Esta mañana, la Comisión de Economía del parlamento aprobó -por amplia mayoría- allanarse a la propuesta del Ejecutivo para exonerar del Impuesto General a las Ventas (IGV) a cinco productos de la canasta básica y solo hasta el 31 de julio del 2022.
Los productos beneficiados serán la carne de pollo, azúcar, huevos frescos, fideos (pastas alimenticias sin cocer) y el pan, los más demandados por la población y que han registrado incrementos en sus precios debido a que son producidos con insumos importados.
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Si bien la medida busca que esta exoneración de impuestos se traduzca en que bajen los precios de estos alimentos, en favor de la población -sobre todo de la más vulnerables- ¿será viable ello?
Un reporte emitido por Phase Consultores explica que la exoneración de IGV a los 5 productos alimentarios (mencionados líneas arriba) causaría una menor recaudación, que bordearía los S/ 1,600 millones (0.7% del PBI de 2022).
La mayor parte -subraya- de la cual correspondería a los dos quintales de mayor gasto.
Igualmente, sostiene que la propuesta original (emitida por el MEF) tampoco es progresiva.
Explica -en ese sentido- que como porcentaje del gasto y pese a que la participación de (estos) alimentos en el total es mayor en los quintiles de menor ingreso, que se encuentra en el quintil 1 “la reducción del gasto causada por la eliminación del IGV a 5 productos alimenticios considerados por el MEF -dependiendo de la magnitud del recorte que sea trasladada al consumidor final- podría estar en el rango de 4.9% a 7.1% del gasto actualmente realizado, mientras que en el quintil de mayor ingreso se ubicaría en el rango de 6.3% a 8.1%”. (Esto se ve en el cuadro 2)
Lo que implica que el 35% del costo fiscal de exonerar IGV a 5 alimentos de la canasta básica beneficiará al quintil más rico y apenas el 5% al más pobre. (Esto se ve en el cuadro 1)
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