El sector cacaotero se está inclinando cada vez con mayor fuerza por la producción orgánica, que le permite obtener mayor rentabilidad y contribuir al cuidado del medioambiente, señaló el gerente de la Asociación Peruana de Productores de Cacao (Appcacao), Luis Mendoza.
“Estamos muy enfocados en la producción orgánica y queremos fortalecerla en las áreas de cultivo”, indicó a Gestion.pe, además de proyectar que para el 2023 las exportaciones de cacao orgánico ascenderían a unas 25,000 toneladas anuales, lo que representaría un incremento de 66% en relación con las aproximadamente 15,000 toneladas que, según estima, se exportaron en el 2019.
El Perú exporta, en promedio, alrededor de 85,000 toneladas de cacao por año: 60,000 como grano y 20,000 como polvo o manteca, y una porción aún reducida como mezcla o chocolate. Es así que en el 2023 la exportación orgánica podría representar alrededor del 30% de los envíos totales.
En el mercado internacional, la comercialización de cada tonelada de cacao se calcula al precio de la bolsa de valores, pero si se trata de cacao orgánico, por cada tonelada se puede obtener un diferencial de US$ 300. Aún mejor: si cuenta con el sello de comercio justo, se puede obtener adicionalmente un diferencial de US$ 240.
Los obstáculos que afrontan los cacaoteros para producir frutos orgánicos son un incremento de la inversión en fertilización y la atomización de las unidades productivas. Para poder cubrir los altos costos de las certificaciones de producción orgánica y/o de comercio justo, los productores necesitan asociarse.
Un problema que amenaza esta producción es la contaminación de sus cultivos con el glifosato que es utilizado en múltiples productos agrícolas y que se extiende de una producción a otra por medio de las lluvias, los vientos o el transporte. La presencia de este herbicida puede ser causa de que el cacao pierda su condición de orgánico.
“Nosotros estamos solicitando al Gobierno, a través del Senasa y del Ministerio de Salud ir retirando de manera paulatina el uso del glifosato, hasta prohibirlo totalmente en el país, porque ya se ha demostrado que es cancerígeno”, manifestó Mendoza.
Restricciones de la UE
Por otro lado, el gerente indicó que los productores de cacao han perdido capacidad de negociación por los nuevos límites de cadmio en los productos de cacao, que entraron en vigencia en la Unión Europea en enero del 2019.
Como los suelos de muchas zonas de producción peruanas condicionan los cultivos a tener una cantidad de cadmio que supera los máximos permitidos por la UE, estos productores ya no pueden comercializar su cacao en los mercados nicho, sino solo en el mercado corriente, lo que en promedio les ha hecho perder unos US$ 500 por tonelada.
El Gobierno peruano presentó ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) un pedido de que se analice esta restricción, por considerarla injustificada, sin embargo meses después lo retiró, señala Mendoza.
“Estamos demandando al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo y al Ministerio de Relaciones Exteriores que en marzo, en la reunión de la OMC, pueda nuevamente poner la preocupación comercial específica por el cacao, y así se pueda debatir entre los países productores con la industria y un representante de la UE, este reglamento que está teniendo un fuerte impacto en los países de Sudamérica”, agregó el gerente de la asociación.