La disminución del precio del pollo y huevos que esperen las amas de casa no se lograría con la exoneración del IGV - prevista en el Proyecto de Ley 1629-2022-CR - y que inclusive podría hasta subirlo, así lo advierte la Asociación Peruana de Avicultura (APA).
En un comunicado enviado por el gremio, detalla que dada la norma tiene un efecto adverso que se dará debido a que el texto no contempla la devolución del IGV que se paga en los insumos, materias primas, bienes intermedios y servicios usados en su producción, por lo que este monto se convertirá en costo y afectará el precio final de estos alimentos, causando el efecto contrario al que se busca.
“La norma que se está evaluando actualmente en el Congreso de la República, por propuesta del Ejecutivo, solo considera, como crédito fiscal, a los principales insumos, lo que hará que los otros insumos y servicios, que pueden alcanzar el 40% del valor, vayan al costo”, detallan.
Julio Favre, presidente de la APA, menciona que la exoneración o inafectación del IGV de un producto debe estar acompañada de la exoneración o devolución del IGV que se paga en los bienes y servicios usados en su producción, caso contrario ese monto se vuelve costo y afecta finalmente el precio en el sentido contrario al buscado.
“La norma tal cual está planteada no sirve para los fines que persigue de reducir los precios al público, más aún si no se incluye en la exoneración al pollo vivo que es el 90% del pollo que se consume en el país y que esencialmente se vende en los mercados y paraditas. La norma increíblemente favorece al importador de pollo congelado, es decir al que vende a través de supermercados” anotó.
Otro de los puntos que consideran, es que la norma propuesta no da la posibilidad de pedir el reintegro en caso de que el IGV pagado en las compras no pueda aplicase como crédito fiscal. Todo esto haría que la medida no logre el resultado que se busca, al subir el costo, reducir la liquidez, afectar la producción y por ende el precio.
“De implementarse adecuadamente la norma con las mejoras indicadas, el efecto en el precio del pollo y el huevo será gradual y en el tiempo, dado que aún existen presiones para el alza; porque es un mercado que se rige por la oferta y la demanda; y parte del valor agregado en el proceso de beneficio del pollo se da en los mercados de abasto donde, en la práctica, no se aplica el IGV.