Si hablamos de pescados y mariscos, podría venir a la mente el jurel o el bonito como las especies más consumidas en el país. Pero, no son las únicas.
La pota, caballa, perico, merluza y lisa (zona marítima), así como la trucha, boquichico, doncella, palometa y pejerrey (zona continental) se destacan en el Perú, de acuerdo con la data del Ministerio de la Producción (Produce), compartida con Gestión.
Pero, ¿qué otros pescados o mariscos podrían abrirse paso en la mesa de los peruanos? El Produce comenta que el principal candidato es la anchoveta, “cuya abundancia y precio puede resultar atractivo”.
Cayetana Aljovín, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), detalla que si bien en nuestro país existe una cuota de anchoveta para el consumo humano directo (CHD) de más de 150,000 toneladas métricas (TM) al año, asignada a la flota artesanal y de menor escala, “este recurso no forma parte de la mesa popular, debido a que es desviado de manera ilegal para hacer harina y aceite de pescado”.
“En vez de encontrar conservas de anchoveta en el mercado peruano, lo que estamos observando en la actualidad es que la anchoveta está siendo ‘exportada’ a Ecuador, para ser transformada luego en harina y aceite de pescado para la alimentación de su industria camaronera”, cuenta.
Los envíos hacia Ecuador se han incrementado en 28 veces en los últimos 4 años. Mientras que en el 2018 solo se enviaban 429 TM vía terrestre, en el 2022 fueron casi 13,000 TM.
El Produce dice que también existen otras especies como el atún, langostino y conchas de abanico con gran atractivo culinario, pero de alto precio. Estas especies generalmente se exportan.
“El volumen de productos que se exporta es debido a que, generalmente, no fue captado por la demanda de las mesas peruanas, ya sea esto por precio o preferencias. Entonces, un punto importante en el mayor abastecimiento de productos pesqueros para las familias del país es seguir promoviendo los hábitos y preferencias de consumo de pescado en la dieta diaria”, dice el ministerio a este diario.
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El potencial de la pesca amazónica
La pesca no solo puede evocarnos el mar. En la Amazonía del país también hay diferentes especies consumidas y que su consumo podría abrirse paso no solo en esta zona sino en todo el Perú. ¿Qué se está haciendo para promoverlas?
El Produce, a través del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA), ha financiado más de 1,850 proyectos de innovación a nivel nacional.
En la Amazonía se han desarrollado 52 proyectos en paiche, como especie emblemática de la esta zona del Perú, con una inversión de S/ 9.7 millones. De igual manera se desarrollaron 213 proyectos en tilapia, 130 en paco, 27 en gamitana, con una inversión de S/ 49.4 millones en cofinanciamiento de alianza público-privada.
Asimismo, el Programa Nacional A Comer Pescado viene desarrollando iniciativas para articular la producción de especies amazónicas con el mercado comercial a nivel nacional, no sólo en el tradicional congelado y seco-salado sino la comercialización de productos con valor agregado como paiche ahumado sellado al vacío, salchicha y cecina de paiche, hamburguesas de gamitana, entre otros.
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¿Cuánto pescado y mariscos comen los peruanos?
El consumo per cápita aparente en el Perú, para pescados y mariscos, fue de 25.2 kilos por habitante al año, según el Sistema de Estadística de FAO. Este nivel de consumo nos coloca por encima de otros países pesqueros de la región como México (14.7 kilos), Chile (12.0 kilos), Brasil (9.1 kilos), Ecuador (8.6 kilos) y Colombia (7.1 kilos).
Pero, aún no equiparamos al consumo per cápita de potencia pesqueras como Japón (61 kilos), Indonesia (43 kilos) o China (39 kilos).
Si vemos los detalles, en el Perú el jurel es el recurso más consumido por los peruanos con un promedio de 3.9 kg per cápita al año, superando incluso al bonito (3.23 kg) y a la caballa (1. 39 kg). El ministerio resalta que aún existe margen para un mayor aprovechamiento de las especies jurel, caballa, bonito y pota.
El consumo del jurel podría ser incluso mucho mayor -remarca Aljovín- si se asignarán cuotas basadas en criterios técnicos y no ideológicos a la flota industrial.
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“Es bien sabido que cuando la flota industrial pesca jurel este recurso llega a la mesa popular a precios asequibles. A modo de ejemplo, hasta marzo que la flota industrial estuvo pescando este recurso se encontraba a S/ 2.00 el kilogramo”, explica.
Otro aspecto fundamental, considera Aljovín, para incrementar el consumo de este recurso y de otros es la necesaria inversión en infraestructura y en una adecuada cadena de frío que garantice por un lado la inocuidad de los productos y por otro que permita que el recurso llegue a otros mercados, en especial a la sierra del país.
El consumo de atún. La presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Cayetana Aljovín, indica que especies como el atún podrían tener un gran desarrollo industrial favoreciendo tanto al mercado interno como al de exportación si existiesen políticas tendientes a su promoción. “Una de estas medidas podría ser el reintegro tributario al combustible, toda vez que el costo de este recurso es una limitante. Ello, por cuanto las faenas de pesca ocurren en alta mar, al ser el atún una especie que solo se encuentra cerca de la costa 3 meses al año”, indica.
¿El Niño beneficia a la pesca?
Es claro que la ocurrencia del fenómeno de El Niño es una mala noticia para el país, pues su impacto sobre las regiones, sobre todo del sur, son claros: lluvias, inundaciones, etcétera. Sin embargo, esta anomalía climática suele ‘beneficiar’ a la pesca con la llegada de algunas especias, mientras que aleja a otras.
El Produce detalla que el Imarpe, a través de sus programas de seguimiento y monitoreo de las principales pesquerías ha observado que el desembarque procedente de la pesca artesanal, durante las últimas semanas, ha estado representado por pota (Dosidicus gigas) con más del 50% del total desembarcado, seguido por especies como jurel, caballa y bonito. En los recursos oceánicos, destaca la mayor disponibilidad de atún de aleta amarilla y barrilete.
Una forma de analizar la data y ver el cambio de tendencia es comparando los desembarques de estos meses con el verano pasado. Por ejemplo, se ha incrementado el desembarque de cachema (34%), Lorna (42%), machete de hebra (12%), coco (79%), mismis (85%), peje blanco (10%) y doncella (44%).
En los invertebrados marinos, destaca la mayor disponibilidad del pulpo (44%), langostino café (62%), caracol negro (12%) y calamar gigante (88%).
“En el caso específico de la concha de abanico, donde los mayores volúmenes de desembarque se registran en la región de Piura, no se observó el incremento del desembarque, debido a condiciones desfavorables para la navegación. En el caso de las macroalgas, los mayores desembarques correspondieron al yuyo Chondracanthus chamissoi (23%) y alga flor Mazaella caniculatus (90%)”, señala el ministerio.
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¿Qué acciones se pueden tomar?
Aljovín destaca cinco acciones que se podrían tomar desde el Gobierno para impulsar el consumo de aquellos productos hidrobiológicos que aún no llegan a la mesa de los peruanos.
Una de ellas es generar la infraestructura que permita llevar el pescado a lugares más alejados en forma más eficiente. “Una forma de hacerlo es tener en los desembarcaderos del litoral buenos sistemas de frío para que, por ejemplo, el pescado pueda ser llevado a la sierra donde se consume poco pescado y así abastecer de pescado a las poblaciones altoandinas que hoy lo requieren para garantizar una adecuada seguridad alimenticia”, detalla.
Agregó que se debe desarrollar una industria atunera nacional que permita producir conservas de atún a gran escala, como ocurre en el Ecuador; y se tendría que asignar cuotas de jurel y caballa para la flota industrial de manera técnica, con la finalidad que los mercados se puedan abastecer con estos recursos a precios accesibles.
La SNP considera que el gobierno y el sector privado deben trabajar de la mano en la promoción del consumo de pescado en la población, a través de campañas informativas. Y, se requiere que la reciente aprobada Ley de Promoción de la Acuicultura sea reglamentada con la finalidad de convertir al Perú en una potencia acuícola.
Política Nacional de Acuicultura. En diciembre del 2022 se aprobó la Política Nacional de Acuicultura y -según el Produce- se espera lograr que al año 2030 la acuicultura peruana sea más competitiva, sostenible, resiliente al cambio climático y diversificada, incrementando el valor de sus ventas totales en más de un 100% y aumentando su porcentaje de participación en la producción acuícola de América Latina y El caribe en más de un 50%.