Es poco probable que en Perú haya una recesión o caída del Producto Bruto Interno (PBI), pero sí se puede hablar de un estancamiento en el país y de un escenario de estanflación, si se consideran además las perspectivas de inflación para este año y el siguiente, señaló el economista y socio de Macroconsult, Elmer Cuba.
La estanflación es el proceso económico en el cual se produce estancamiento en conjunto con alta inflación.
En relación a ello, el Banco Mundial (BM) en su informe Perspectivas económicas mundiales, advirtió en la víspera (martes) sobre el riesgo de estanflación en la economía global, y señala que el crecimiento para América Latina y el Caribe se desacelerará drásticamente en el 2022, y se mantendrá débil en los dos siguiente años, a la par de una inflación elevada.
“El panorama presenta riesgos. Entre ellos se incluyen los efectos indirectos en la región debido a la atenuación del crecimiento mundial, una mayor inseguridad alimentaria y malestar social, una inflación superior a la prevista y tensiones financieras constantes”, indicó el BM.
Agregó que un crecimiento más lento de lo esperado en los principales socios comerciales de América Latina y el Caribe debilitaría aún más las perspectivas regionales. La escasez global de fertilizantes vinculada a la guerra de Ucrania podría exacerbar el aumento de los precios de los alimentos, lo que provocaría malestar social, precisó.
Cuba mencionó que un escenario de estanflación es bastante probable para la economía peruana, y sería posiblemente más nítido entre el último trimestre del 2022, y el segundo semestre del 2023.
Explicó que, por el lado de inflación (al cierre de mayo en 8.78% en los últimos doce meses a nivel nacional), se explicaría principalmente por razones externas, entre las cuales destacan los choques en los precios de los granos, combustibles y fertilizantes, debido a la invasión de Rusia a Ucrania.
Cabe precisar que el aumento de los precios de fertilizantes es un fenómeno que ha estado presente desde mediados del 2021, por el aumento del precio del gas natural (insumo para su producción), restricciones de China a la exportación de fertilizantes, y el aumento de los precios del transporte en contenedores.
Sin embargo, este se ha hecho aún más nítido por la guerra de Rusia, considerando que este país es el segundo productor mundial de amoníaco, urea y potasio y quinto mayor productor de fosfatos procesados.
Según Adrián Armas, gerente central de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva (BCR), el aumento del precio de estos insumos es uno de los factores que haría que la inflación persista fuera de la meta hacia el tercer trimestre del 2023.
Cuba subrayó que sí se puede hablar de estanflación porque se ve una economía cada vez más lenta en ausencia de algún choque positivo que la impulse en el corto plazo, lo que terminaría en un estancamiento.
“A su vez, se espera que la inflación termine en 6% este año, y que converja de manera lenta el próximo, principalmente por el impacto de la urea (en referencia a la escasez de fertilizantes) en las cosechas. A pesar de la convergencia de la inflación, la economía seguiría lenta, por debajo del 2% si no hay ninguna otra fuente de riesgo”, apuntó.
Sobre el estancamiento, indicó Cuba, la explicación es principalmente interna vinculada al riesgo político y las bajas perspectivas de inversión que genera para la economía en presente año y los siguientes.
“Hay una caída fuerte en las expectativas de los consumidores y los inversionistas, y esto explicaría que la economía se estanque. Todo está sujeto a las señales que ha venido dando el gobierno y lo que se espera de este”, agregó.
En el mismo sentido, Alberto Arispe, gerente general de Kallpa SAB, explicó que hoy las perspectivas de crecimiento son bajas, y que podrían ser incluso menores debido a condicionantes como una posible recesión en Estados Unidos, un menor crecimiento de China que impacte la demanda de cobre, y la continuidad de la postura antimercado del gobierno de Pedro Castillo y la conflictividad social, sobre todo alrededor de sectores clave como la minería.
“El sector minero es el motor de la inversión en la economía peruana, y hoy está deteriorado. Si Las Bambas no opera todo el año, ya es un punto menos de crecimiento del PBI, de los niveles de 2.5% que se proyectan, los cuales ya son bajos”, alertó.
Agregó que no se puede aspirar a más con este gobierno de Castillo. “Por el frente externo, hay posibilidad, aunque baja, de una recesión en Estados Unidos que podría hacer que China se desacelere y, finalmente, nos impacte a través de la demanda de cobre. Las expectativas del crecimiento del país son cada vez más bajas. Incluso para Perú hay posibilidad de recesión, aunque por ahora no está en lo previsto”, apuntó.
Situación desalentadora
Hoy las perspectivas de Perú sobre los fertilizantes no son alentadoras, pues recientemente Agro Rural declaró desierta la compra de estos insumos para abastecer a los agricultores. Asimismo, en caso de haberse hecho, algunos analistas señalan que el monto a utilizar (S/ 348 millones) es insuficiente, y que posiblemente no se cuenten con las provisiones a tiempo para la campaña agrícola 2022-2023.
Toda esta problemática impactaría en el precio de los alimentos que, según el BCR, tiene un peso de 24.5% en la canasta básica del consumidor peruano.
Nota
- Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en los cinco primeros meses del año para Lima Metropolitana, fueron las hortalizas y azúcar los bienes con más aumento en precios (13.28% y 20.37%, respectivamente), lo cual estaría vinculado, en parte, al menor uso de fertilizantes.
- Según reportó Credicorp Capital, si bien las economías rusa y ucraniana representan el 1.7% y 0.3% del PBI mundial, estos países mantienen un “peso” importante en la producción de materias primas. En el caso del petróleo y gas natural, Rusia tiene el 11% y 6% de la producción mundial. Ambos países representan el 26% de la producción de trigo, 50% de aceites vegetales y 14% de fertilizantes.