Ginebra (Reuters).- El potencial de disturbios sociales en los países de la Unión Europea (UE) es mayor que en ninguna otra parte del mundo y las diferencias abiertas entre ricos y pobres probablemente crezcan en todo el planeta, informó la (OIT).

En su informe anual World of Work (Mundo de Trabajo), la OIT dijo que los disturbios sociales huelgas, paros, protestas en las calles y manifestaciones se habían incrementado en la mayoría de los países desde que comenzó la crisis económica y financiera en 2008.

Pero el riesgo, "es más elevado entre los , (donde) aumentó del 34% en 2006-07 al 46% en 2011-2012", dijo la OIT. Sin embargo, el riesgo apenas se ha extendido y no ha crecido en al menos siete de los países miembros.

Entre los más vulnerables, según el texto, están Chipre, República Checa, Grecia, Italia, Portugal, Eslovenia y España. Sin embargo, el riesgo de disturbios sociales había decrecido en Bélgica, Alemania, Finlandia, Eslovaquia y Suecia desde 2010.

En general, el riesgo de revueltas sociales en la UE "probablemente se deba a las respuestas políticas a la actual crisis de deuda soberana y su impacto en las vidas de las personas y en la percepción del bienestar", dijo el organismo de .

"Este descolorido escenario político ha creado un frágil ambiente social a medida que cada vez menos personas ven la oportunidad de conseguir un buen trabajo y mejorar su nivel de vida", añadió.

El riesgo de malestar social ha crecido también en Rusia y en los antiguos países soviéticos que no integran la UE, además de en el sur de Asia y en economías avanzadas de fuera del bloque.

Pero ha caído en Latinoamérica y el Caribe, donde los gobiernos han perseguido políticas de fomento del empleo, en las economías en crecimiento de África subsahariana y en el este y sudeste de Asia y el Pacífico.

Crece la brecha entre ricos y pobresLa OIT dijo que había basado sus hallazgos en la correlación entre el crecimiento económico y los niveles de ingresos con la inflación, el desempleo y la deuda como parte del Producto Interino Bruto (PIB), y la desigualdad de ingresos, todos factores con influencia en los niveles de tensión social.

Las políticas de austeridad gubernamentales de los últimos años han estado acompañadas desde 2010 por un incremento de las desigualdades salariales en las que los ingresos de los grupos con rentas medias cayeron y los de quienes más ganan comenzaron a crecer de nuevo, declaró el reporte.

En los países más ricos, los márgenes de beneficios para las empresas más grandes iban en aumento y están en la actualidad en niveles similares a los inmediatamente anteriores a la crisis, dijo la OIT.

"Pero en lugar de colocar estos beneficios a funcionar a través de la inversión productiva en la economía real, los ingresos mayores han sido a menudo canalizados hacia áreas de mayor tenencia de efectivo", dijo el organismo.

Las tasas mundiales de desempleo también crecerán previsiblemente, dijo el informe. En la UE y otros países desarrollados, el índice de empleo real, que tiene en cuenta el crecimiento en la población en edad laboral, probablemente no se recuperaría al nivel en el que estuvo antes de la crisis hasta el 2018.