Se acaba de prorrogar la vigencia del Grupo de trabajo multisectorial (GTM). ¿Era necesario?
Si, se ha prorrogado por 30 días más. Fue creada pensando que en 30 días se elaboraba un plan de reactivación económica, el cual se ejecutaría en fases, de acuerdo con lo propuesto por el ministerio (MEF), pero desde un principio advertí que eso podría ser un referente, pero no un plan.
¿Por qué?
Porque, si a los 45 días de iniciada esta cuarentena tipo medieval nos convocan, cuando ya había información de las características de la pandemia, y en la primera semana de mayo dicen que vamos a establecer fases para que las actividades funcionen, unas en mayo, otras en junio, en julio y en agosto; es decir, ¿cinco meses sin que la economía funcione plenamente?, eso era la crónica de una muerte anunciada.
Y nadie imaginó que luego, cuando el Consejo de Ministros aprobó la propuesta, introdujera la novedad de que, para reiniciar, antes de la aprobación del protocolo sanitario había que pedir autorización a cada ministerio respectivo, haciéndonos retornar a la década de los 70´s, cuando para producir, importar, etc., había que pedir permiso al Estado.
Se refiere a lo ocurrido en la primera fase que, luego al inicio a la segunda fase trató de corregirse…
Así es, para el 1 de junio se cambió eso por una declaración jurada de adhesión al protocolo sanitario y se hizo un plan para, con la segunda fase, alcanzar el 80% del PBI durante junio. Sin embargo, al día siguiente de la aprobación del Decreto Supremo (DS), apareció una resolución ministerial (RM) que decía que nueve regiones del Perú más veinte distritos de Lima, el Callao, entre otras, eran consideradas áreas restringidas para el reinicio de las actividades.
Por eso el fin de semana pasado hubo que hacer gestiones y con ello modificaron el DS, corrigiendo eso y que el protocolo de salud los daba el MINSA, pero cada sector aprobaba el plan. Con ello esas 700 mil empresas que pensaban se podían involucrar en el reinicio, ahora están en una situación incierta, porque siempre hay ese requisito administrativo previo.
Entonces, lo que está diciendo es que sí era necesaria la prórroga para el GTM…
Así es, por eso es que se prorrogó por 30 días la vigencia del Grupo de trabajo multisectorial, para ver si aceleramos esta situación y podamos tener, lo más pronto posible, una economía más activa, porque ya estamos llegando a un punto extremadamente crítico, sobre todo para la mediana, pequeña y microempresas.
¿Y qué mejoras cualitativas espera lograr el GTM en estos nuevos 30 días?
Obviamente, acelerar el proceso. Por ejemplo, han quedado en el tintero los centros comerciales. Había una enorme expectativa de que reiniciaran el 1 de junio, sin embargo, quedaron fuera, excepto los Malls, que son un centenar y que involucran a 190 mil trabajadores, pero Gamarra sí quedó fuera y ahí trabaja medio millón de personas.
¿Qué más tratará de resolver el GTM?
También esta el reinicio de la actividad de la construcción. Se ha autorizado que lo hagan por declaración jurada, pero había 56 proyectos de construcción que se paralizaron el 16 de marzo y aun no han empezado a reactivarse. Han autorizado la construcción de viviendas de interés social, familiar, multifamiliar, pero no han empezado. Estamos evaluado y la decisión es automatizar los permisos lo más posible porque de lo contrario no llegaremos a las 800 mil empresas que se ha pretendido reactivar para este mes de junio.
Que otra actividad van a impulsar...
Ha habido un progreso y buena voluntad de las autoridades competentes de los ministerios que participan en el GTM, eso ha hecho que empresas formales puedan progresar en buena medida con esas normas, pero aquí hay un problema con actividades que hacen pequeñas y microempresas, que no tienen tanta incidencia en el PBI, o la inversión, que son parámetros que se priorizan para autorizar actividades, pero sí son intensivas en el empleo.
Por ejemplo, las peluquerías involucran a medio millón de personas, se les dice que sí pueden funcionar, pero a puerta cerrada, o que tienen que ir a los domicilios de los clientes cuando las personas no pueden salir. O el tema de los restaurantes que, con el toque de queda de los domingos, quien va a ir a comer afuera y es el día en que las familias van más a los restaurantes. Entonces, hay que corregir esas cosas porque en el Perú en este momento hay 4 millones de empleos como esos desmoronándose. Por eso, piden que el GTM amplíe la vigencia de sus funciones y avocarnos a proponer soluciones para esos problemas.
Eso va a plantear el GTM en esta prórroga…
Sí y veremos si lo acogen. La comisión debe resolver los problemas de ahora, de junio y julio para la reactivación.
¿Cuándo se reúnen?
Espero solicitar la convocatoria y ver si nos reunimos el lunes o este mismo sábado (el pasado) y ahí propondremos algunas soluciones. Pero es un hecho que los plazos para el reinicio de actividades tienen que acortarse.
El plan del gobierno planteó fases para la reactivación (1,2,3 y 4). ¿Ya se logró el 70% de reactivación del PBI que se planteó para la fase 1 que terminó en mayo?
No, no se ha llegado a ese 70%, se acordó, el 1 de junio, automatizar los permisos (protocolos) para poder completar es meta del 70% que no se logró en mayo. Entonces, es parte de la tarea actual incorporar ese 25% de PBI que no se logró e incrementarlo a 80%, yendo ya a un escenario de 800 mil empresas que reinicien.
Esa meta es para la fase 2 que se supone abarca este mes de junio, ¿pero se va a llegar cuando ya estamos a casi la mitad del mes?
Bueno, el avance de la reactivación ha sido muy lento, tiene que haber mayor movilización, mayor flexibilidad y mayor respuesta con la población, de lo contrario el país se va a seguir informalizando,
¿Y qué tipo de respuesta se requiere para que eso no siga ocurriendo?
Bueno, la declaración jurada para reiniciar era la respuesta mediante la cual la empresa se adhiere al protocolo sanitario, y si no cumple el estado la puede cerrar. Esa era la regla, pero luego apareció la nueva modificación que dice que no aplica para muchas zonas del país que son de alto riesgo de contagio y que tienen que pedir autorización del ministerio del sector que corresponda. Eso es lo que ha detenido y ahora todos están esperando, preguntan: no está en la página web, cual es el formato, cómo tramito. Por eso al 10 de junio pocas empresas están reiniciando y otras lo están haciendo informalmente, ese es el riesgo.
Los gremios empresariales y entendemos que el GTM han insistido en que reinicien de una vez las empresas formales, cumpliendo el protocolo sanitario, ¿Por qué el Gobierno se resiste a abrir la economía formal?
Es ese pues el tema que preocupa. Por eso me referí (al inicio) al tema conceptual. Nosotros somos una sociedad que se basa en la Constitución, en la cultura occidental: en la propiedad privada, en la libertad económica, en la persona humana y en la seguridad jurídica; esos cuatro principios han hecho que la economía peruana crezca en los último 20 años por encima del promedio de América Latina. Y, de la noche a la mañana, con motivo de la declaración jurada o del permiso previo para reiniciar las actividades, resulta ahora que el Estado es el que decide todo: para producir, para comprar, para ampliar, para poder invertir, hay que pedir permiso. Y eso más se acerca al modelo asiático. Entonces, eso ha creado un conflicto entre empresas y las autoridades del gobierno, y eso es lo que hay que resolver, hay que reconstruir la confianza recíproca, para lo cual debemos unirnos todos.
¿Pero, cuál es la respuesta que tienen en el grupo de trabajo, frente a esa resistencia del gobierno?
Bueno, en el GMT, todo lo que hemos acordado ha sido por unanimidad y ahí están representados los gobiernos regionales, los trabajadores, el sector privado, las universidades, los medios de prensa, los médicos y los ministerios, pero nuestras propuestas son o no tomadas por el Ejecutivo que es el que decide y aprueba los DS. Por ejemplo, para la primera fase el grupo aprobó 33 actividades para reiniciar y el gobierno aprobó 27, dejando afuera los servicios y otras actividades que hubiéramos querido que estén, como la pequeña minería, la pesca para consumo humano, la construcción.
¿A qué cree que responda tanta resistencia del gobierno en dar luz verde a todas las empresas formales, cuando en la práctica los informales ya están en las calles?
Por eso, el introducir al estado en medio de una actividad económica, que es un engranaje -por ejemplo, la textilería, que requiere de insumos y servicios como tintorería, etc.-, para decidir quién va o quien no, no está bien. Tenemos que dejar que la economía funcione como un organismo, cuidando que se apliquen los antídotos contra la pandemia, dejar que funcionen los circuitos de la economía, de lo contrario vamos a caer en una paralización económica, y no por el virus.
Mirando hacia adelante, se habla de aplicar subsidios al transporte interprovincial y posiblemente al aerocomercial ¿es lo que vienen discutiendo en la mesa para hacer viable la fase 3?
No eso no lo trabajamos en el grupo, nosotros exclusivamente hacemos propuestas para el plan de reactivación. No son temas que están en la comisión.
¿Y qué otras medidas complementarias y qué sectores deberían implementarse para la reactivación?
Algo que se ha puesto en evidencia con la ya ocurrido en esta pandemia, es el tema de lo formal y de lo informal, está claro que el Perú es un país sobre regulado, que ha dado lugar a que la pirámide del país esté invertida: Las empresas formales producen el 70% del PBI, pero da empleo sólo al 30%, mientras que el sector informal da empleo al 70% y produce el 30% restante. Entonces, necesitamos una reforma, con un régimen más simple, más eficiente y orientado a que ese mundo informal pueda ir incorporándose al sector formal.
En cuanto a los sectores, deberían incorporarse, ya, a la reactivación los servicios que son necesarios para todos los demás sectores y para la población; luego tiene que focalizarse mejor las restricciones, son cinco regiones que tienen mayor posibilidad de contagio, pero 17 no son de riesgo y podría circular toda la economía en ellos. En cuanto a Lima, tiene 7 distritos de riesgo, pero en el resto podría funcionar toda la economía, algo similar pasa con el Callao, que no es todo zona de riesgo.
Al principio se hicieron medidas muy rígidas porque o se tenía información de la pandemia, pero ahora tras 90 días ya hay información y puede aplicarse con criterio, pero hay que unir al sector privado con el Gobierno, con el Congreso, con la Iglesia e Instituciones militares. Los cinco juntos, le aseguro que sacamos al Perú en 30 días.
Ya han flexibilizado algunos protocolos ¿hay otras reglas pendientes en ese sentido?, ¿cuándo saldrían?
No, los protocolos han sido aceptados, los problemas son administrativos: no aparecen en la página web, no hay acceso, todo tiene que hacerse digitalmente y el país no está preparado para eso; los funcionarios públicos están bajo presión y temen tomar decisiones sobre procesos productivos que tienen restricciones. Eso es lo que hay que resolver
¿Luego de agosto, al final de la fase 4, habrá una fase 5, se ha planteado?,
Bueno, como vamos, no llegamos a la fase 4 que han planteado en el plan de reactivación como referencia. De acá al 30 de junio tenemos que tener ya funcionado la economía en ese 80%, 85% que se planteó; las empresas ya no resisten más cuarentena.
¿Pero qué se habría en una eventual fase 5?
Bueno, los problemas que han quedado son mucho más delicados y no se habla mucho de ellos porque no tienen mucha incidencia en el PBI, pero el mundo del arte y la cultura, por ejemplo, abarca a 100 mil personas, trabajadores. No hay teatros ni cinemas, ni deportes, conciertos. Entonces, qué hacemos con todos ellos, lo dejamos para setiembre, para el otro año, no puede ser. Hay que actuar con plazos más cortos.
¿Y qué medidas de flexibilidad laboral se han discutido en el Grupo de Trabajo?
Bueno, las empresas formales son las que más han recurrido a la suspensión perfecta de labores temporal, sé que son 26 mil empresas aproximadamente. Pero, además, las empresas están buscando soluciones con sus trabajadores, de mutuo acuerdo, pero algunas han tenido que despedir.
Cada gremio empresarial tiene propuestas propias, de acuerdo con las características propias de cada sector, que han llevado al Consejo Nacional de Trabajo, donde se tratan de armonizar. El Plan para reactivar es que te dejen trabajar porque las empresas tienen el plan y en acuerdo con sus trabajadores pueden continuar, pero si no te dejan empezar, cómo haces.